El autócrata, aspirante a gobernante eterno de España, Pedro Sánchez, lo ha vuelto a hacer: Perder las elecciones para aliarse con todos los enemigos de España y con todas las minorías acomplejadas, manipulables y parasitarias, para poder gobernar, por lo menos, los próximos cuatro años siguientes.
Mientras tanto, la inflación parece no hacer efecto a la sociedad española ni europea, en general. Lo que significa que todo tiene pinta de continuar igual, es decir, yendo muy lentamente hacia el abismo, que es justo lo que parece que quieren las élites ocultas (y no tan ocultas), que hay detrás de todo este descalabro de la sociedad occidental. Porque el autócrata Sánchez no es más que una de las marionetas internacionales en manos de esta élite, que se ha hecho con el poder mundial, por encima de todas las democracias y soberanías nacionales, a lo largo de todo el globo, con muy contadas excepciones.
Formamos parte de un enorme «Gran Hermano», dirigido por esas élites económicas e ideológicas, con una capacidad mínima de salir de esa gran casa/estudio donde se grababa ese reality-show. No saldremos porque nos están «cociendo a fuego muy lento» y moriremos antes de darnos cuenta de la trampa. Porque para salir de esta trampa es necesaria mucha inteligencia, capacidad de reflexión, etc… y, evidentemente, el «populacho» no goza de estas grandes virtudes.
Por un lado, hay muchas razones para pensar que ha habido una gran estafa electoral. Basta ver como el autócrata Sánchez ha copado las principales instituciones, para que trabajen para él, empezando por el Tribunal Constitucional, presidido ahora mismo por un «amiguete» de Sánchez que proclamó que bloquearía cualquier recurso que proviniera de VOX, la verdadera oposición a Sánchez. Pero también está el CIS, Correos, etc, etc, etc…
Y también están todas las instituciones privadas «regadas con dinero público» para ser el altavoz del autócrata Sánchez. El periodismo ya hace mucho tiempo que teme por su medio de vida y se ha entregado de forma repugnante al mejor postor, sin importar lo que de verdad importa en su profesión: La Verdad. Son las «furcias mediáticas», como bien denomina mi admirado Cesar Vidal.
Después está toda una horda de minorías acomplejadas, sedientas de rencor hacia las clases sociales más afortunadas y que han visto en Sánchez a su gran «Mesías», al que todo le van a perdonar y excusar. Son minorías fracasadas en muchos aspectos de sus vidas, empezando por el personal. Personas que abandonaron sus creencias religiosas clásicas para abrazar otra más laica pero mucho más peligrosa, denominada «Sanchismo», la variante española de la más general ideología denominada «progresismo» y que es peor que la peor de las sectas religiosas habidas hasta el momento. Al menos, a medio y largo plazo. Son minorías que se creyeron a pies juntillas las tonterías anti-naturales que les contaba la ideología progre, empujados por su soberbia y arrogancia extremas y apoyadas interesadamente por Sánchez y sus jefes en la oscuridad: «Vamos a empoderarlos para que nos sirvan de tontos útiles en nuestros particulares objetivos», seguro que fue lo que comentaron en algún momento.
Estas minorías acomplejadas son incapaces de ver un poco más allá de lo obvio y son extremadamente manipulables. No se dan cuenta que son borregos que están siendo dirigidos al matadero porque todas ellas tienen un rasco en común muy significativo: No se pueden REPRODUCIR… Gays, lesbianas, transexuales, mujeres «liberadas» que odian la descendencia porque les han contado que las esclaviza y otras idioteces,… En fin, una horda ingente de zombis empoderados (es decir, que no tienen realmente ningún poder, sino que se lo han otorgado) que realmente se creen que son el futuro de las sociedades modernas, cuando realmente no tienen objetivamente ningún futuro, porque no se pueden reproducir, literalmente.
¿Y es casualidad que la incapacidad de reproducirse por medios naturales pertenezca a todas las minorías que nos acechan democráticamente (votan, por lo tanto, nos afectan)? En absoluto. Era el objetivo esencial de esas élites internacionales, de las cuales el caudillo Sánchez, no es más que un «mandado»: Esas élites han decidido que SOMOS MUCHOS en el planeta y que hay que acabar con algunos «milloncejos». Pero claro, matarlos así “sin más” sería muy “bestia”, así que idearon este plan macabro de búsqueda de idiotas que se sacrifiquen por la Humanidad… Y ahí están estos personajillos que aplauden como focas a sus propios verdugos. Es realmente magistral el proceso de manipulación masiva a la que han sido expuestos y lo eficiente que ha resultado ser: Millones de energúmenos en todo el mundo han «decidido» no reproducirse, aunque sea de forma indirecta y oculta a su propia consciencia.
Al resto de seres humanos que habitamos el planeta, nos tendría que dar igual e incluso nos tendría que alegrar que cierto número de imbéciles se hayan «ofrecido» a ser parte del sacrificio masivo que se va a perpetrar, porque así no nos toca a nosotros sacrificarnos, no? Pues no, porque en esencia, NUESTROS HIJOS son carne de cañón para esta gentuza indeseable, que no sólo se alimenta de estos cerebros adultos vacíos, sino que va a por los más inmaduros, ya que son fácilmente manipulables. Además, según lo expuesto, estas hordas de zombis en manos de la progresía mundial no se reproducen, así que no generan los «recursos humanos» necesarios para ese monstruo que nos acecha, que no los quiere utilizar como mano de obra (que también y muy barata) sino para ser sacrificados casi literalmente, al llevarlos al abismo de la «no descendencia»… Y esos niños, son los nuestros, no los de esas hordas descerebradas, que o no tienen hijos o tienen muy pocos.
Por cierto, existe otro mecanismo progre para ir acabando literalmente con algunos millones anuales de seres humanos: El aborto, la eutanasia, o otros similares que seguro se «inventarán» estas élites despiadadas. Es decir, no se conrforman con prevenir que las personas nos sigamos reproduciendo, sino que nos asesinan directamente. Todo ello con el aplauso unánime de sus hordas de zombies, ya totalmente anulados intelectualmente. Es realmente muy parecido a esas películas de terror de serie B, donde una persona tenía que huir de esos horripilantes zombies si no quería ser parte de ellos. Nuestros «zombies ideológicos» están atrapados en sus acciones, ideología inculcada, fanatismo e ignorancia, para salir a la caza de nuevos zombis como ellos, cuanto más jóvenes mejor. Demencial.
En fin, para ir concluyendo ya y pidiendo disculpas por mi anárquico e improvisado escrito, después de tantos meses sin hacerlo; se puede decir que estamos asistiendo no únicamente a un ataque feroz a la sociedad española, a sus cimientos más básicos; sino que este ataque no es más que una pieza más de un ataque a gran escala decido por ciertas élites fanáticas que hace tiempo decidieron que debían eliminar bastante millones de personas de la faz de la Tierra… Por cierto, esto liga mucho con la «conspiranoia» de la «Plandemia», os fijáis? … Nunca fui demasiado creyente en esa conspiración, pero qué duda cabe que cada día coge más fuerza esa idea… ¿Cuántos cientos de miles o millones de personas habrán calculado que se han quitado de encima esos criminales de Lesa Humanidad con este proceso o con el que están siguiendo mediante la ideología nazi-progre actual?… Hitler, al lado de estos seres infrahumanos se queda como un simple niño travieso de colegio, no os parece?
No soy estrictamente creyente, pero ¡¡¡QUE DIOS NOS PILLE CONFESADOS!!!