Acabo de regresar de Valencia en el Euromierda y he podido comprobar como engaña el Estado español a sus ciudadanos para continuar demostrando, sin que se note demasiado, que no tiene ninguna intención de construir el Corredor Mediterráneo mientras si que están dispuestos a dinamitar y no construir el proyecto a que se han comprometido.
A principios de año se anunció a bombo y platillo que a partir del 13 de enero 2020 el trayecto del Euromierda entre Barcelona y Valencia se reduciría en 30 minutos porque ya no existían vías únicas en el tramo catalán del corredor.
Cuando el miércoles 4/2 llegué a la estación de Sants para tomar el Euromierda a Valencia ya no lo hice en la vía 11 como era habitual sino en el tramo de vías, de la uno a la seis, donde están los trenes de servicio AVE. Cuando el Euromierda inició el viaje a Valencia lo hizo a través de las vías del servicio exclusivo y carísimo que se utiliza solo para que los habitantes de Madrid puedan viajar a toda España a gran velocidad y de manera cómoda y barata, es decir el AVE, y después de hacer su primera parada en la estación de Camp de Tarragona que es la estación AVE de Tarragona (como las estaciones AVE de muchas ciudades importantes instalada más allá de las afueras), al abandonar la estación tarraconense el Euromierda abandonó las vías del AVE y continuó por el trayecto a Valencia de toda la vida. Al circular como AVE a alrededor de 250 Kms/hora, cuando en el trayecto anterior a duras penas alcanzaba los 200 Kms/hora se consigue la mejora de tiempo, que no es de 30 sino de 20 minutos.
Como que el Euromierda ya no circula por el antiguo trayecto vaya usted a saber si realmente se han suprimido los tramos de vía única o el Corredor Mediterráneo continua como estaba y como le gustaría dejarlo al Estado español.
Lo más grave de esta estafa es que el sistema actual que permite que el trayecto dure de 20 minutos a media hora menos podía haberse puesto en marcha desde el año 2008 cuando el AVE llegó a Barcelona. Nunca se utilizó el sistema para mejorar el servicio a los pasajeros, pero si se ha puesto en marcha cuando de trata de engañar y estafar al personal.
El que un país relegue a la marginación la línea férrea que transporta el mayor volumen de pasajeros y mercancías mientras invierte cifras inmensas en unir mediante trenes de gran velocidad la capital y verdaderos villorrios, al tiempo que retrasa cuanto puede la mejora de la línea de mayor volumen aunque se lo exijan organismos internacionales como la Unión Europea es totalmente incomprensible e irracional, y este es un buen ejemplo del desastre que es la gestión pública en España, y por eso aprovecho para recomendar el libro de Paul Preston “Un Pueblo Traicionado”, en primer lugar porque en todos los libros de Preston se aprende algo importante sobre este país y también porque en este libro Preston describe con detalle las toneladas de mierda que las clases dominantes, clero, ejercito, poder financiero, terratenientes, aristocracia y una burguesía débil y cobarde vertieron sobre todo el país desde el siglo XIX hasta la actualidad, y de esta forma se entiende que vivamos en un país donde la Justicia es un instrumento más de represión que además se encarga de proteger los intereses de dichas clases dominantes y todo el mundo hable de democracia plena y consolidada cuando es imposible detectar un ápice, acto o situación que ni tan solo se le acerque.