Generación perdida es un término muy utilizado en nuestros días para definir una realidad que sucede en nuestro país. Esta definición comprende a los jóvenes de entre 16 y 29 años que solo cuentan con los estudios primarios o con la E.S.O y se encuentran en situación de desempleo. En estos momentos en España hay 1.4 millones de personas que se encuentran en esta situación según la EPA (Encuesta de Población Activa).
La población incluida en esta franja de edad es la más afectada por las consecuencias de la crisis como la congelación de las contrataciones o los “trabajos basura”.
Este suceso afecta a este sector poblacional de la siguiente manera: En primer lugar, afecta más a los hombres que a las mujeres y sobre todo en la franja de edad de entre 16 y 19 años que tiene una tasa de desempleo de un 72%. Además, de las personas pertenecientes a esta generación que tienen un trabajo, el 43% de ellos está por debajo de la formación estudiantil que han recibido.
Las generaciones que vienen, siguen encontrándose los mismos problemas que se han encontrado estas últimas. Existen dos fenómenos que lo explican: En primer lugar la sobretitulación; los jóvenes universitarios con ganas o necesidad de entrar en el mercado laboral aceptan trabajos poco cualificados con respecto a sus estudios. En segundo lugar existen muchos jóvenes sin ningún tipo de titulación, o con la titulación básica, que no optan a poder trabajar en puestos cualificados.