Revista Educación
Estar en la disyuntiva que se encuentra mi hijo Pablo es, hablando claro, una p-----a.
¿Barcelona o Gerena?
A las 13,30 tenía claro que se quedaba en Barcelona con su padre y con un cambio de colegio en el horizonte. Un colegio elegido por él en el que conoce a algunos niños.
A las 15,30 tenía claro que se quedaba en Gerena conmigo con lo que ello implica: pasar de vivir en una gran ciudad a un pueblo de 7000 habitantes y cambio a un colegio público.
¿Mamá, estás bien?
Esta pregunta me la ha hecho hoy varias veces. Yo contestaba:
" Claro! Tu tranquilo "
Pero de tranquila nada..nada de nada. Me he pasado el día comiendo bocatas de nutella y ahora..o escribo o reviento.
Soy su madre y no se que es lo mejor para él. Solo intento no condicionarle, no presionarle...darle el máximo de información para que tome la decisión por voluntad propia.
Me pregunto si tendría tantas dudas para elegir su camino en el caso de que le hubiera criado como ahora estoy aprendiendo a hacer. Yo creo que no..pero pensar así no me sirve de mucho, bueno sí, me sirve para invocar a mi vieja amiga, doña culpabilidad, y no quiero.Presente de indicativo por favor Sonia y si hace falta ir al pasado que sirva para generar un pensamiento constructivo.
¿Qué necesitaría Pablo para poder tomar la decisión con más seguridad?
Lo tengo claro: conocerse a sí mismo.
Y como va a conocerse si lleva una vida creando un falso yo para sentirse querido. Recuerdo ahora el post "Percepción del amor". La vivencia de estos días me reafirma más en este camino de crianza, sin duda.
Si tuviera la posibilidad de insertarle como en la película matrix un curso intensivo de "conócete a ti mismo", estoy segura que mañana, al despertar, sabría la respuesta.
Pero es imposible.
Solo me queda desear que su ángel le guíe hacia su destino aunque signifique deambular por los renglones torcidos de Dios.