Una estampida en un festival religioso al que asistieron decenas de miles de judíos ultraortodoxos en el norte de Israel mató al menos a 44 personas e hirió a otras 150 la madrugada del viernes, dijeron funcionarios médicos.
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Pentágono de EEUU canceló los proyectos para la construcción del muro fronterizoEl Papa permite que el Vaticano procese a cardenales y obisposEl primer ministro Benjamin Netanyahu describió el incidente como “una gran tragedia” y “uno de los desastres más graves que ha sufrido el estado de Israel”. Declaró el domingo como “día nacional de luto”.
“Unámonos todos con el dolor de las familias y una oración por la paz de los heridos”, escribió en Twitter tras visitar el lugar. También prometió una “investigación minuciosa, seria y profunda”.
La estampida se produjo durante las celebraciones de “Lag BaOmer” en el monte Meron. Decenas de miles de personas, en su mayoría judíos ultraortodoxos, se reúnen cada año para honrar al rabino Shimon Bar Yochai, un sabio y místico del siglo II que está enterrado allí. Grandes multitudes tradicionalmente encienden hogueras, rezan y bailan como parte de las celebraciones.
Los medios estimaron la multitud en unas 100.000 personas, y los videos publicados en las redes sociales mostraban a decenas de hombres ultraortodoxos vestidos de negro caminando por estrechos pasajes hacia el sitio.
“Sentí que estaba a punto de morir”
Las fotos mostraban filas de cuerpos envueltos tirados en el suelo después, con docenas de ambulancias en el lugar. El diario Haaretz citó a testigos diciendo que las barricadas de la policía habían impedido que la gente saliera rápidamente.
Eli Beer, director del servicio de rescate de Hatzalah, dijo que estaba horrorizado por lo concurrido que estaba el evento y dijo que el sitio estaba equipado para manejar quizás una cuarta parte de los que estaban allí. “Cerca de 40 personas murieron como resultado de esta tragedia”, dijo a la estación de radio del Ejército.
El viernes por la mañana, Zaka, otro servicio de ambulancias, dijo que el número de muertos había aumentado a 44. El portavoz Motti Bukchin dijo que se estaba notificando a las familias y que se estaban llevando los cuerpos a un solo lugar para su identificación.
En una carrera contra el tiempo, los funerales se llevarían a cabo antes de la puesta del sol del viernes, el comienzo del sábado judío cuando no se llevan a cabo los entierros.
“Masas de personas fueron empujadas a la misma esquina y se creó un vórtice”, dijo un testigo, identificado solo por su nombre de pila Dvir, a la radio del Ejército. Describió una visión aterradora cuando la primera fila de personas cayó. Dijo que estaba en la siguiente fila de personas que tropezaron.
“Sentí que estaba a punto de morir”, dijo.
Sin causas claras
La estampida ocurrió después de la medianoche y su causa no fue clara de inmediato. Testigos dijeron que una fila de personas se había tropezado en unas escaleras, provocando la caída de otras personas y provocando la estampida.
Zaki Heller, portavoz del servicio de rescate Magen David Adom, dijo que 150 personas habían sido hospitalizadas, seis de ellas en estado crítico.
Heller le dijo a la estación que “nadie había soñado” que algo como esto pudiera suceder. “En un momento, pasamos de un evento feliz a una inmensa tragedia”, dijo.
El ejército israelí dijo que había enviado médicos y equipos de búsqueda y rescate junto con helicópteros para ayudar.
Fue la primera gran reunión religiosa que se celebró legalmente desde que Israel levantó casi todas las restricciones relacionadas con la pandemia de coronavirus. El país ha visto caer los casos desde que lanzó una de las campañas de vacunación más exitosas del mundo a fines del año pasado.
No obstante, las autoridades sanitarias advirtieron contra la celebración de una reunión tan numerosa.
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