Al cierre del primer trimestre en Venezuela, el llamado dólar paralelo ha hecho un alto al fuego en el proceso de hiperinflación que vive el país suramericano. Si bien superó ya la barrera de la tasa oficial (3.300 bolívares), el precio ilícito de la divisa no se ha distanciado demasiado con respecto al valor fijado por el Banco Central de Venezuela (BCV), como otras veces ha sucedido.
El mayor repunte ocurrió a comienzo del año, en medio de la expectativa por la toma de posesión para un segundo mandato constitucional del presidente Nicolás Maduro, el pasado 10 de enero. Justamente, en los primeros 15 días de ese mes, la moneda estadounidense se disparó de 780 a 3.100 bolívares, un aumento de 300% según cálculos de la economista Pasqualina Curcio, reseñado en un artículo de 15 y último.
Sin embargo, culminó marzo y el ascenso de la cotización del paralelo no traspasó los 4.000 bolívares soberanos por dólar. ¿A qué se debe? Economistas consultados por RT ofrecen algunas razones.
Para el economista y ex ministro de Comercio Exterior, Jesús Farías, la implementación de la nueva tasa del dólar del Sistema de Subasta de Divisas (Dicom), que arrancó en 3.200 bolívares soberanos por dólar, ha "venido definiendo" el precio del mercado de divisas en Venezuela.
La nueva tasa oficial, cuando fue divulgada el 29 de enero pasado, superó por primera vez la cotización ilegal del dólar en el mercado paralelo.
De hecho, en los tres primeros meses de su puesta en funcionamiento, el marcaje paralelo se ha movido entre 3.000 y 3.700 bolívares por dólar en promedio, y algunas veces se ha equiparado al propio monto de la tasa oficial.
"Como la brecha entre el Dicom y el paralelo no es tan abierta, muchos optan por no comprar y vender tantas divisas como antes, porque hay un una banda de precios que no están tan distanciada una de la otra", dice el profesor de economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Andrés Santeliz.
Los economistas creen que la política de encaje legal aplicada al sistema bancario puede ser una de las razones.
La medida obliga a la banca a congelar en el BCV, a modo de reserva, parte de los depósitos, con lo cual el exceso de liquidez (bolívares) queda limitado e incide en la leve "estabilización" en la cotización ilegal de paralelo.
¿Como ocurre este fenómeno? Santeliz explica que el encaje legal limita a los bancos la disposición de créditos, una "válvula de escape" utilizada por las empresas para comprar divisas a precio paralelo.
Desde último cuatrimestre de 2018, el BCV ha venido aumentado el porcentaje de encaje legal, lo que generado el rechazo de las cámaras de comercio e industriales (Fedecámaras y Conindustria, respectivamente), que alegan "reducción asfixiante" de préstamos bancarios para "la producción", y pagos extraordinarios para "reposición de inventarios".
El encaje legal del saldo marginal de la banca incrementó de 40% a 50% en noviembre de 2018.
Farías valora como acertada esta política aplicada por el BCV, pues considera que la reducción de los préstamos en bolívares ha reducido la posibilidad de que sean usados como "combustible" para la aceleración del paralelo.
"En términos ascendentes, la liquidez servía para mecanismos altamente especulativos", agrega.
Por su parte, Santeliz sostiene que la política de encaje del BCV fue tardía, pero alega que con su implementación hay un intento "de intervenir y poner ciertos frenos a la especulación cambiaria".
Desde hace algunos años, el tiempo para pagar los impuestos ha sido clave para que el costo del paralelo se "frene" en el primer trimestre del año.
La razón, detallan los economistas, es que las empresas emplean altas cantidades de bolívares para cancelar los tributos y se "inhiben" de comprar "grandes volúmenes de dólares", hasta tanto no cumplan lo correspondiente al Impuesto sobre la Renta (ISLR), cuyo plazo de pago en Venezuela cierra el 31 de marzo.
No obstante, el Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) extendió hasta el 30 de abril el periodo para declarar el ISRL. El motivo de la prórroga fueron los apagones que, según los consultados, repercutieron en la "estabilización" del marcaje ilegal, pues las operaciones electrónicas necesarias para la compra y venta se vieron interrumpidas durante horas y días.
Santeliz añade que, además del ISLR, hay que incluir el pago en bolívares del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Según explica, como los comercios registran altas ventas en diciembre, en el primer trimestre no "mueven" tantas divisas porque necesitan bolívares para cumplir los compromisos tributarios.
Ese comportamiento "desacelera" la demanda de dólares e impacta en su valor en el mercado paralelo. La tendencia se ha vuelto tan usual que a finales de cada año las empresas se aseguran, dice Santeliz, de adquirir suficientes divisas para "soportar" los primeros meses del año siguiente.
"Cuando llega el vencimiento del primer trimestre del año, ellos salen a buscar bolívares para cumplir con el impuesto", sostiene el profesor universitario.