Estar en el candelabro es una variante de Estar en el candelero, que viene a significar: tener fama y notoriedad.
Es una frase que ha provocado algún simposium en el corazón y algún que otro cólico frenético cerebral que a más de uno lo ha llevado a un hospital a que les hicieran una redundancia magnética. Valga la resonancia.
El origen de esta sublime frase fue de Enmanuel Kant John Locke Sofía Mazagatos, una incomprendida filósofa que se dejaba la piel en el pellejo para enriquecer nuestra cultura. Incluso la cantante y compositora Sia le dedicó una canción (In the chandelier).
Algunos desilustrados, creyeron que se había equivocado y confundido candelero con candelabro.
Los candeleros son los candelabros, aunque con esta voz se especifique que tienen más de un brazo. Candelero y candelabro no solo se parecen por su forma, también por su significado, es decir, un soporte para una vela de dos o más brazos.
Háganos caso, que somos personas muy leídas que nos encanta como escribe Vargas Llosa. No hemos leído nada de él, pero lo seguimos.