Vaya que estos días, han sido muy duros y díficiles para algunos en lo personal. En el marco de denuncias que hermanos como Juan Martorano han realizado en contra de las mafias y los poderes de las transnacionales en el Estado Bolívar, de amenazas a muchos de ellos y ellas no directamente en contra de su integridad física, sino a través del chantaje a través de sus familiares y seres allegados, lo que les ha generado momentos de mucho dolor y mucha tensión. A todos ellos y ellas, mucha fortaleza y toda nuestra solidaridad ante estos momentos tan aciagos y duros que les ha tocado enfrentar.
Pero pese a estos momentos difíciles y de prueba en lo personal para estos amigos, a los intentos de amilanarlos, de que la canalla primitiva y los equipos de guerra sucia que defienden mezquinos y criminales intereses, que practican el asesinato y el linchamiento moral a través de una campaña propagandística muy bien orquestada y basada en toda clase de epítetos, calumnias y falsedades, no los doblegaran. En una revolución, o se triunfa o se muere si es verdadera.
A Juan Martorano y a los que le acompañan en esta lucha les expreso lo siguiente. No hay que pararle a los perros rabiosos que en estos momentos ladran porque su instinto primitivo que es de naturaleza salvaje y violenta agredan. Hay que aprender a evadirlos porque los espíritus de la luz sabe como evadirlos, sin correrle ni dejar de enfrentarlos,pero sobre todo, sin dejar de derrotarlos. Ladran los perros Sancho, es señal de que cabalgamos.Pero empecemos a referirnos acerca del tema objeto de este artículo, que es rerspecto al conflicto en CVG Venalum. La protesta iniciada en esta reductora de aluminio cumple para el momento en que esto escribo, ocho días. La situación operativa es verdaderamente alamante dada la paralización de los despachos. Los canales de diálogo están completamente cerrados. Los manifestantes reivindican sus consignas asociadas a la discusión de la contratación colectiva y a las inversiones a la planta.
Una vez más, se confirman que las advertencias que hacía Juan Martorano en sus “Alerta Comandante que uno de los epicentros de la conspiración en su contra esta en el Estado Bolívar”, en donde con suficiente antelación ha venido advirtiendo de paralizaciones en el sector aluminio que hace vida en Guayana, y que no es cuento, y de no resolverse esta situación, va a empeorar ostensiblemente la situación, y se hará extensiva a otras empresas como CVG Alcasa, CVG Carbonorca y otras de este holding. Lo advertimos, porque sabemos que en el fondo esta es una lucha por el poder económico y por el poder político.
En el portón II los trabajadores transitan como un día normal. Sólo las pancartas y la permanencia de un toldo dan señales de un conflicto; es allí donde un grupo se guarda del sol mientras hablan por parlantes en el sexto día de protesta.
El sonido de las cornetas no llega hasta la planta, pero las quejas del personal suenan como un murmullo en el Edificio Administrativo.
Algunos dirigentes se acercan de repente, tímidos, a la “asamblea permanente” donde los trabajadores reniegan de la dirigencia sindical, desde el pasado día lunes 12 de marzo, y se asumen como autónomos, capaces de defenderse por sí solos ante la gerencia de CVG Venalum, bajo la figura de Consejos de Trabajadores y Trabajadoras.
Repiten que tienen todo bajo control y se ufanan de tener cartas bajo la manga con las que responder ante posibles medidas judiciales solicitadas por el patrón.
Pero la empresa no les escucha, los sindicatos se mantienen distantes y prolonga el silencio. Cuando se cumple una semana de la manifestación, nadie parece tener vela en ese entierro.
Desde el lunes se han dejado de despachar 360 mil toneladas de aluminio sólido a empresas transformadoras, otras miles de metal líquido y el área de reducción sobrevive con un plan de contingencia.
El Ministerio del Trabajo postergó una cita indefinidamente. El secretario general de Sutralum desestima el alcance del paro; el presidente del Sindicato Único del Sindicato de Profesionales de Venalum (Sutrapuval), Manuel Díaz, acató la orden de los trabajadores y se mantiene distante.
El único recurso legal lo introdujo la Asociación de Jubilados y Pensionados de CVG Venalum (Ajupeve), cuyo presidente -Hugo Medina- acusó a Venalum en la Fiscalía General de la República por presunta apropiación indebida, a propósito de los descuentos que hace la estatal a trabajadores pero que no cancela en servicios.
Por ese recurso, la Fiscalía designó a la Fiscalía Cuarta y a la Fiscalía 12 con competencia nacional para asumir el reclamo; ayer los trabajadores rumoraban sobre una posible huida del gerente de finanzas.
El punto de honor de quienes emprendieron la protesta es la discusión del contrato. De ese reclamo se desprende la exigencia de inversiones para la planta, el pago a los jubilados, la incorporación de 1.400 cooperativistas, el reconocimiento de los directores laborales, entre otras peticiones.
El vocero de reducción, Rommy Bompart, aseguró que la inversión en la planta comienza “por recuperar lo que nos han quitado”. El trabajador se refiere a la energía que el Ejecutivo restringió en el 2009 y que, presumen, mantienen de manera encubierta obligando a bajar temperaturas en las celdas.
A la par del suministro intermitente de insumos, los empleados están convencidos de que le están aplicando un racionamiento y que el Gobierno juega con el suministro de aditivos y materias primas para justificar un consumo menor de electricidad.
Tampoco urgen de las inversiones de los chinos. “Los más vergatarios en aluminios somos nosotros”, comenta. Bompart considera que si el Ejecutivo invirtiera los 500 millones de dólares que el ex ministro del Mibam, Rodolfo Sanz, colocó en una cuenta en el Líbano la realidad de la estatal sería otra.
El dirigente de los cooperativistas, Franklin Gascón, quien hasta hace unas semanas respaldó a Perales, ahora opina lo siguiente: “Nosotros lo apoyamos porque teníamos la experiencia de que él, siendo Gobierno, nos iba a resolver, pero nos engañó (…) Ya nos cansamos de recibir patadas del patrón y, si quieren guerra, guerra tendrán”.
El secretario general de Sutralum, Pedro Perales, se reuniría con el presidente de la CVG, Rafael Gil Barrios y el presidente de Venalum, Rada Gamluch, para discutir la implementación de bono de alimentación y la revisión de un acta de 1998 que establece el salario normal.
Indicó que la discusión del contrato y aumento es una decisión ministerial, así como aseguró que la compañía funciona normalmente y que sólo son 10 los trabajadores quienes obstaculizan las operaciones las tres primeras horas de cada turno.
Pero en el fondo, repito, es una lucha por el poder económico y por el poder político por parte del sector derechista del chavismo, quienes son fichas de las privatizadoras transnacionales y enemigos del socialismo, pero por una táctica de zapa hablan y dicen ser “socialistas”.Un sector sumamente corrupto, que práctica el sicariato sindical y campesino como sus armas de lucha política. Ese,desde mi modesto y humilde punto de vista, es el meollo de este asunto.