Revista Cine

¡¡estas cosas que sólo pasan en el cine!!!

Por Jimalegrias
¡¡ESTAS COSAS QUE SÓLO PASAN EN EL CINE!!!
Recuerdo con cariño aquéllas sesiones dobles de "Sesión de Tarde" y "Sábado Cine"- entre tarzanes, trompetas de caballería, Estatuas de la Libertad sumergidas en el océano e hilarantes chascarrillos del Capitán Spaulding- de mi infancia y adolescencia y a mi madre gritando:
- ¡Estas cosas sólo pasan en el cine del Hollywood ése...!!!
Y claro que hay cosas que solamente-algunas afortunada y otras desgraciadamente- pasan en el cine y, además, como sostendré a continuación, acaban sucediendo de forma incesante y repetitiva, reiterándose las mismas o parecidas situaciones y personajes en numerosas películas en ininterrumpido déjà vu, como si en las escuelas de guionistas de Cine todo el mundo copiase del mismo tipo en los exámenes finales.
Me refiero al hecho de cuando ya llevas cientos de películas encima, cortadas por el mismo patrón narrativo, y de cómo se puede vaticinar exactamente cómo va acabar tal o cual situación y el desarrollo que vivirá un personaje dado; cómo detectas a los dos primeros planos y con dos líneas de diálogo a la femme fatal... o quién es el que acabará traicionando al detective en la secuencia final.
El cinéfilo aprende rápido que lo inesperado en gran parte del Cine no suele ser lo más común.
Algunas constantes que ahora mismo me vienen a la cabeza, por ejemplo, de todo género y pelaje, a ver si os suenan, podrían ser las siguientes:
- AL POLI LE QUEDAN UNOS DÍAS PARA JUBILARSE: Frank lleva 30 años en el cuerpo y ha visto de todo en las calles y le comenta a su compañero del alma que:
- ...Ronny, me quedan unos días para jubilarme. Voy a echar de menos esto, pero necesito un descanso para dedicarme al cuidado de mi jardín y de mi mujer enferma...
El tío no lo sabe, pero ha dicho las palabras mágicas( " me quedan unos días para jubilarme") y a partir de ahora todo le irá cuesta arriba: lo balearán dentro de dos secuencias unos sanguinarios atracadores, acabará agonizando en un callejón con su compañero sosteniéndole la cabeza ensangrentada mientras le pide, en un último suspiro, que cuide de su mujer enferma y riegue su jardín(el de la parte de atrás de la casa, no el de su mujer enferma, claro)... o puede que no muera si el guionista ha sido generoso, pero le surgirá el caso más complejo y violento de toda su vida justo ahora, en sus últimas horas de abnegado servicio al cuerpo de policía metropolitana de San Francisco, por decir alguna.
Puñetera vida la de los policías a punto de jubilarse en el Cine. Los guionistas los odian.
Una variante, pero constante, del género sería la del policía alcohólico y separado que se mueve en un coche destartalado y al que su capitán, que siempre acaba siendo un corrupto, le retira placa y pistola cuando está avanzando demasiado en un caso muy importante. Y como el tío es un tozudo del demonio, aunque ya sin placa pero con una pistola que guarda en el calcetín, resolverá él solito el entuerto y desenmascarará al capitán corrupto en la escena final.
Un clásico.
¡¡ESTAS COSAS QUE SÓLO PASAN EN EL CINE!!!
- CHICO SIMPÁTICO E IRRITANTE; PAREJA QUE BUSCA CALMAR SUS ARDORES; ¡¡ARRANCA, ARRANCA!!! Y RUIDOS EN SÓTANO: Joer, estas cuatro es que son incunables del género de terror.
Toda peli de sustos y sangre que se precie- ya sea en una casa encantada, con psicópata, monstruo, zombies...- tiene algo de esto.
1) Desde el comienzo del metraje vemos al típico simpaticote, rancio e irritante, que no para de gastar bromas, algunas sexuales, a todo el mundo. Suele ser el guaperas un poco idiota y el jugador de football americano más fornido y popular del instituto.
Para el espectador que ha visto media docena es demasiado sencillo: ¡¡ este tío es el primero en ser degollado!!
Es la primera regla de oro del Cine de Terror: simpaticote=muerto.
2) La pareja que sube a las habitaciones superiores a darse un arrechucho en las pelis de psicópata o asesino en serie tarado, es siempre la candidata número 1 o 2 a ser también degollada, turnándose aquí(depende de la fobia preferencial del guionista) con el fornido simpaticote.
Ella igual escapa de ésa, empapada en sangre, dando alaridos y en paños menores escaleras abajo, porque es guapa y los guionistas de estas películas suelen ser hombres y le dan más tiempo para que el espectador masculino pueda deleitarse observando como corre en braguitas y camiseta ceñida blanca una chica de buen ver.
Pero dadle tiempo y ya veréis cómo el tipo del chubasquero amarillo la ensarta con su garfio en la carretera, con los pechos translúcidos a consecuencia de la exigua camiseta empapada por la lluvia.
3) Salen precipitadamente del caserón porque los zombies vienen detrás o el psicópata del hacha les pisa los talones y se montan en el coche. Es su salvación porque el auto los sacará de esa locura de ensangrentado fin de semana que están viviendo, pero...
¿Pero?
¿Os lo imagináis, no?
¡¡Pues que el puñetero coche no arranca, no arranca, está calado o algo peor, y el tipo del hacha ya está golpeando el cristal de la ventanilla y... !! Y después de tres intentos el motor hace rrronrrron y el coche arranca y al psicópata ya lo ven por el retrovisor en medio de la carretera.
Si fuese SEAT, fabricación Española, esto no les pasaba a los yanquis capullos y vivirían más y mejor.
4) Se oyen extraños gemidos en el sótano o ese arrastrarse algo en el viejo desván en el que no hay nadie desde hace años... ¡¡y en vez de salir por patas y poner 3000 kilómetros por medio sin mirar atrás corriendo como el Correcaminos hasta llegar al otro extremo del mundo, la lista o el listo de turno bajan o suben a mirar qué es!
Y, claro, se los comen.
Valientes idiotas. ¡¡Corred, coño!!!
¡¡ESTAS COSAS QUE SÓLO PASAN EN EL CINE!!!
- MEG RYAN Y TOM HANKS: Recordadlo bien, amigos cinéfilo: en cualquier película en la que salgan Meg Ryan y Tom Hanks, invariablemente siempre acabarán juntos.
Da igual que ella esté comprometida con un novio guapo pero truño o que él sea un insoportable maniático: acabarán enamorados y juntos.
Los Hudson y Day de nuestro tiempo. Inseparables como siameses, aunque todo el metraje se lo pasen dándose caña.
En la comedia romántica es casi un subgénero esa trama de chica que se va a casar con un rico y guaperas maniquí del que no está enamorada. Hasta que aparece el chico pobretón, pero encantador y de aires bohemios, actor o poeta o pintor, del que ella poco a poco se irá enamorando, abandonando al pijolas en vísperas de la boda para acabar en los brazos del aventurero que supuestamente la hará feliz ...incluso tras la conclusión de los títulos de crédito.
Aquí no harían falta Tom y Meg para que surja el love perfect.
- ¿ CABLE ROJO O BLANCO?: Tienes la bomba a unos centímetros y un alicate, que por casualidad siempre llevas en el bolsillo de la camisa, y hay un cable rojo y uno blanco y uno de ellos es el si se corta hace Boom!! y otro no... ¡¡¡ser o no ser, esa es la cuestión!!
Por teléfono, el artificiero experto te dice que cortes el rojo, que es el rojo, coño, corta el rojo, a qué esperas, Peter...??!!! ¡¡¡ El reloj marca 9...8...7...6...!!!
Pero tú, Peter, tienes una intuición, un pálpito y, de repente, y por llevar la contraria, como has hecho el resto de tu rebelde vida, cortas el blanco.
Y los guionistas te dejan sobrevivir, pero porque eres el prota, Peter, eso también tienes que saberlo.
Siempre hay un cable rojo y uno blanco y siempre hay el mismo cansino dilema.
¡¡ESTAS COSAS QUE SÓLO PASAN EN EL CINE!!!- CARTA DE LA NOVIA EN EL FRENTE: Es lo peor que le puede pasar a un soldado en la pantalla grande: recibir una carta de su novia que le escribe que se ha enamorado de otro hombre mientras él estaba fuera, luchando por su país, y todo porque se sentía muy sola en la granja de sus padres.
Éste será el último día del joven soldado, pues cuando salga de la trinchera una bala o un obús o un misil tierra-aire llevará su nombre.
Sus compañeros dirán que la carta lo había trastornado y que se expuso al enemigo a pecho descubierto, buscando la muerte. Él, destrozado y moribundo, le dirá a su cabo que todavía la quiere, aunque se abarragane con otro, y morirá con el pecho abierto y una foto en blanco y negro de su amada, la muy libertina, en la mano ensangrentada.
Es la ley de la guerra y de la vida. Unos se llevan las medallas póstumas y las salvas en su honor envueltos en la bandera y otros, los listos, a las chicas abandonadas al granero.
Y todos tan contentos.
- EL BAILE DE FIN DE CURSO: Mítica inercia de toda buena película de género adolescente y de instituto. Hay un chico un poco freak, que no es el más guapo ni popular ni cachas del instituto pero sí el más sensible y entrañablemente raro o especial y que siempre tiene un amigo más especial que él que viste con camisas raras e inventa cosas. Los deportistas más populares del colegio lo humillan y el novio de la chica que le gusta, que suele ser la más guapa de clase, le gasta bromas pesadas continuamente.
Hasta aquí todo bien, hasta que llega el dichoso baile de fin de curso y no se sabe muy bien cómo pero el freak sin pintas a la chica boom le acaba haciendo tilín y le pide que le acompañe como su pareja para el acontecimiento final del curso.
Y bailan, se besan debajo de una mesa con mantel mientras el ex de la chica los mira incrédulo y humillado, y son elegidos entre aplausos la pareja de la fiesta.
La película pastelona con la que todo buen Pagafantas llora y se conmueve.
- CINE ESPAÑOL: YONQUIS Y CUERNOS: Primero tengo que decir que me encanta una buena parte del Cine Español, pero que también es cierto que en la idiosincrasia de una gran parte de nuestra filmografía patria hay siempre unos ingredientes básicos a la hora de elaborar un guión.
¿Cómo saber qué una película es Española?
Pues si salen yonquis, parados, parejas en crisis, gente metiéndose droga en los baños y tomando cubatas, matrimonios treintañeros poniéndose los cuernos unos a otros y acostándose con todo bicho viviente... ¡¡es española!!
Garantizado con una seguridad mínima del 95%.
Lo que no quita que algunos de estos films sean peliculones.
¡¡ESTAS COSAS QUE SÓLO PASAN EN EL CINE!!!
- EL TESTIGO QUE DECLARA EN LA ÚLTIMA SECUENCIA: Eres el fiscal del estado, que acusa a ese hombre negro de asesinato y violación, y llevas ganando toda la película. Lo de que el pobre Tom haya abusado de la chica blanca está tan claro para todo el mundo y, sobre todo, para el juez y el jurado popular de pelirrojos rednecks... ¡que el sheriff ya está preparando la soga en el patio!
Pero no contabas con una cosa, amigo fiscal, y es que el cabronazo de Spencer Tracy o del Gregorio Peck tiene un as en la manga: un testigo que guardaba en el armario o que se ha encontrado de casualidad después del intermedio y que sacará en el minuto tres antes de los títulos de crédito para que declare que él vio realmente quién asesinó a la chica mientras recogía manzanas en el monte: un chico blanco, malencarado, mimado, cobarde y caprichoso que casualmente es el hijo del alcalde del pueblo y al que la chica asesina había rechazado en varias ocasiones es el asesino!!!.
Y así todo da un giro y Gregorio abandona el estrado entre el admirado silencio de los asistentes, que se ponen en pie para rendirle su merecido homenaje.
Una gozada, vamos.
Nos quedaría ese entrañable y borracho personaje que se pasa la película acodado en la barra del bar-también serviría una camarera separada, resabiada y quemada por la vida- y siempre ofrece sabios consejos de vida al desorientado protagonista.
Esas secuencias de milimétricos atracos casi perfectos, de no ser por el hecho de que a un ladrón torpe se le olvide una caja de cerillas con el nombre de algún club de striptease encima de la reventada caja fuerte... o esos tipos de gatillo fácil que siempre le acaban disparando a alguien sin necesidad durante un atraco de ¡¡manos arriba, esto es un atraco!!! y la fastidian y lo llenan todo de sangre y uno se pregunta siempre porque coño lo ficharon los jefes de la banda si ya un tuerto veía a un kilómetro que era un psicópata jaulón y sanguinario.
¿ Y qué me decís de esas fugas planificadísimas de la cárcel durante tantos meses para, al final, encontrarnos que en el momento de la fuga siempre hay un preso mayor que dice que él no se va porque su casa es la cárcel y no sabría vivir fuera y les desea suerte y se queda para despistar a los carceleros?
Mitiquísimo.
Saludos de Jim. Recordad siempre que el Cine es salud.

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