La Incapacidad Permanente, en cualquiera de sus grados, hay que solicitarla al INSS. Pero en muchas ocasiones la respuesta a la solicitud es negativa. Cuando así ocurre, se puede recurrir reclamando la pensión.
Sin embargo, esta gestión suele ser desestimada y en esos casos, lo aconsejable es recurrir a los tribunales e interponer una demanda a la Seguridad Social, con la finalidad de que se celebre un juicio por incapacidad permanente. Un juicio contra el INSS por incapacidad puede ser un proceso arduo pero los resultados pueden merecer la pena concluyendo con la concesión de la pensión de incapacidad.
En el supuesto de perder el juicio, el caso se puede llevar ante el Tribunal Superior de la Comunidad Autónoma correspondiente y después al Tribunal Supremo.
Plazo para presentar una demanda de Incapacidad
Una vez recibida la notificación de la resolución a la Reclamación Previa, se cuenta con 30 días hábiles para presentar la demanda ante el juzgado, sin contar fines de semana ni festivos, y teniendo en consideración que el mes de agosto es inhábil.
Una vez pasado el plazo establecido, ya no será posible demandar al INSS. En el supuesto de hacer el trámite dentro del periodo estipulado, y es admitida a trámite, habrá un juicio posterior para valorar quién tiene razón: si la persona demandante o la Seguridad Social.
La demanda y partes que la componen
Una demanda de incapacidad debe presentarse por escrito y contener los siguientes elementos:
- Designación del órgano ante quien se presenta, y la modalidad procesal (prestaciones de la Seguridad Social).
- Datos del demandante y la designación de la otra parte.
- En demandas por accidente de trabajo o enfermedad profesional se ha de añadir el nombre de la mutua.
- Exposición completa de los hechos específicos en que se basa la demanda .
- La razón por la que se ha interpuesto la demanda.
- Fecha y firma.
Tras presentar una demanda de incapacidad permanente, si esta es admitida, concurren una serie de acontecimientos en el que se enfrentarán las dos partes ante la ley. En este punto son esenciales los informes médicos (y en muchos casos el profesiograma) a la hora de celebrarse el juicio.
Pero la propia formulación de la demanda es primordial, de ahí la importancia de que el procedimiento lo lleve un abogado experto en materia laboral, ya que si no es admitida no habrá posibilidad de ganar.