El proceso de independencia en Cataluña está en marcha desde
hace tiempo. No me refiero al independentismo como movimiento político e
ideológico existente desde hace muchos años, sino al proceso por la
independencia –suma independentistas y otras personas y organizaciones que no
lo son, en un amplio magma de intereses contrapuestos y discrepancias de
modelos sociales y de alternativas concretas- El actual proceso soberanista podría
considerarse abierto a raíz de la Sentencia sobre el Estatuto de autonomía de
2006, sumando la crisis económica y política. No defiendo la secesión, pero me
interesa mucho porque creo que puede remover España como nunca conocimos los hoy
vivos, por ello estoy dedicándome últimamente al asunto.
Son preocupantes las poquísimas respuestas conocidas del
Gobierno Rajoy, el parco debate establecido en la sociedad española sobre ello,
un proceso, el de secesión y construcción de un nuevo estado, que se encuentra muy
avanzado en Cataluña, con amplísima participación de movimientos sociales,
entidades y medios a su disposición, que sin duda contiene chorradas e
insultos, pero que también es serio y documentado.
Vuelco hoy, a modo de ejemplo, extractos de uno de los muchos
documentos que por allí circulan, estudian y discuten, los catalanes. Me parece
interesante difundir cómo viven el proceso en Cataluña, lo cual marca mucho más
la despreocupación española por el asunto.
ESTATUIR CATALUNYA
Las acciones para establecer un nuevo Estado
Resumen ejecutivo
El proceso hacia la independencia
Actos políticos constituyentes
Proclamación de la independencia
Reconocimiento internacional
Acciones funcionalmente
críticas
Ley de transitoriedad jurídica
Mantenimiento del orden público
Garantía de los ingresos públicos
Abastecimiento energético
Acciones políticamente
esenciales
Forma de estado
Estatus de la lengua española
Acceso a la nacionalidad catalana
La nueva Administración
Unos organismos públicos eficaces,
dinámicos, eficientes,
transparentes y en red
La acción internacional
Catalunya, miembro de la Unión Europea
con
relaciones internacionales propias
Justificación
Es el año 2012. En Cataluña se vive una doble crisis.
Por un lado, la quiebra de un modelo económico y, por otro, el final previsible
de una determinada geometría política. Se hace difícil separar una cosa de la otra.
Son diferentes, pero en buena medida correlativa, porque la actual Cataluña
supeditada a los dictados del Gobierno se ve arrastrada a la recesión sin poder
recurrir a mecanismos de política económica que seguramente podría poner en
marcha sin las actuales dependencias. En todo caso, ahora más que nunca hay que
abordar la cuestión de la independencia, porque la dependencia ya vemos
Qué da de sí.
Los autores del presente documento nos
planteamos la cuestión ya hace un tiempo, cuando la crisis económica aún no
había adquirido las proporciones actuales. Por el contrario, sí que ya había un
sentimiento creciente a favor de resolver los vínculos con España. Procedía
interrogarse, pues, sobre los escenarios a que esto podía conducir. Durante
muchos años, el llamado encaje de Cataluña en España había suscitado reflexiones
y consideraciones diversas- evidencia de una cuestión mal resuelta, quizás mal planteada,
incluso - , pero siempre viendo la independización como una hipotética solución
a muy largo plazo, como un simple ejercicio de estilo o, en el otro extremo,
como un mal que había que evitar. Se trataba normalmente de posicionamientos
teóricos, sin llegar nunca, o casi nunca, a análisis fenomenológicos y menos
aún a hojas de ruta de presumible adopción inmediata. Nuestro objetivo fue
situarnos en el plano prospectivo: era la independización un objetivo planteable,
además de deseable para algunos? Y más concretamente: a qué escenarios conduciría?
Y, aun: qué habría que hacer al día siguiente de la independización?
Hemos abordado este trabajo guiados por
criterios profesionales. Esto no supone ausencia de interés o implicación personal,
pero conlleva distanciamiento dramático. La mayoría de textos disponibles sobre
la cuestión son argumentarios ideológicos elaborados desde la opción política o
el sentimiento. Por eso se habla de independentismo y no de independencia. El
matiz no es menor. Al contrario, es una cuestión mayor, tanto conceptualmente
como funcionalmente. Conceptualmente,
porque el independentismo es un movimiento y la independencia un fenómeno (se
puede ser partidario de la independencia sin ser independentista, tal como
puedes creer oportuno divorciarte sin ser divorcista) y también funcionalmente,
porque el independentismo deja de tener sentido una vez alcanzada la independencia,
mientras que la construcción del nuevo
Estado independiente la adquiere entonces de
forma total.
La independencia concierne a los partidarios de
la independencia (independentistas o no), los indiferentes y los contrarios. Una
vez alcanzada, unos y otros se convertirán en ciudadanos de otro Estado. Cómo
debe ser esta nueva realidad política, qué derechos y deberes tendrán sus
ciudadanos, al margen de sus convicciones y procedencias? La prefiguración de
un determinado modelo de estado puede no interesar a los independentistas, pero
interesa mucho los partidarios de la independencia. Más aún: puede hacer que se
conviertan algunos que no lo eran, por lo que es útil disponer de escenarios prospectivos.
Este ha sido nuestro objetivo: establecer escenarios.
Este documento no dice qué hacer ni cómo.
Tampoco es una hoja de ruta.
Estas son tareas propias de la política, a su
vez función de la voluntad
Ciudadana. Este documento, simplemente-y no
menos-trata de establecer
escenarios fenomenológicamente plausibles. Por
ejemplo, si Cataluña se convierte en un estado, la cuenca del Ebro se
convertirá en internacional, tal como ya lo son ahora la del Duero o la del
Rin. Qué representaría para el nuevo Estado gestionar sus recursos hídricos a partir
de este nuevo escenario?
Hemos tratado de identificar las más
significativas de estas situaciones, que son de naturaleza muy diversa , claro,
porque no es igual gestionar cuencas hidrográficas que establecer una
determinada política económica o lingüística, pongamos por caso. Hay que entender,
sin embargo, que se trata de escenarios prospectivos, definidos por una matriz
de parámetros, muchos cambiantes. De hecho, siempre es así en prospectiva:
nunca acaban de cumplirse del todo los escenarios previstos, pero es muy útil considerarlos
para ir encauzando las decisiones.
Para superar la limitación de nuestra masa de concretos
ámbitos de conocimiento, hemos abierto consultas multilaterales con expertos de
cada tema. Esto nos ha permitido elaborar un conjunto de 15 informes sectoriales,
a partir de los cuales hemos establecido el presente documento. Todos abordan
cuestiones que, además de importantes, resultan críticas en el proceso de independización,
otras de igualmente importantes –como la sanidad o la cultura, por ejemplo-,
pero no críticas de cara al proceso analizado, no figuran en nuestro análisis. Los
informes elaborados han sido:
• La internacionalización
• La gestión del agua
• La seguridad y el uso eficiente de la energía
• Las tecnologías digitales
• Las infraestructuras del transporte:
vertebración y desarrollo
• La gestión de los flujos migratorios
• La enseñanza
• La innovación y la investigación
• El ordenamiento jurídico
• La seguridad, la defensa y la inteligencia
• La reordenación del sistema público
• La nueva organización judicial
• La administración financiera y económica
• La economía y las finanzas
• El proceso constituyente
Para la elaboración de este informe se ha pedido
la opinión a las personas siguientes: Carles Boix, Gabriel Borràs, Gemma Cairó,
Ferran Ferrer, Jordi Foz, Salvador Garcia- Ruiz, Jordi Juan, Albert Lamarca,
Guillem López- Casasnovas, Jaume López, Marc Marsal, Josep Maria Palau, Carles
Salvadó, Antoni Serra Ramoneda, Eduard Vallory y aún otros que han preferido
permanecer en el anonimato. Estas personas, sin embargo, no son responsables
del contenido literal de los informes, aunque hemos tratado de reflejar
escrupulosamente sus puntos de vista.
Una cuestión final referida al ámbito
sociogeográfico de nuestro trabajo. Nos hemos centrado en Cataluña porque es el
espacio que vive ahora el creciente incremento de voluntad de independización. Muchos
piensan que la nación catalana desborda ampliamente este ámbito. Las asimetrías
sociopolíticas son demasiado grandes en estos momentos para abordar el tema de
manera conjunta. En todo caso, una hipotética solución en la misma dirección
para todo el espacio nacional catalán siempre se vería favorecida por los progresos
determinantes de una de sus partes.
Salvador Cardús
Ramon Folch
Sergi Rovira
Barcelona, octubre de 2012