Revista Humor

Este año toca cena de empresa (por Arantxa)

Por Imperfectas
Este año toca cena de empresa (por Arantxa)Esta mañana en el metro me he permitido ojear el periódico gratuito que leía una mujer sentada junto a mi. El titular rezaba algo así como que Bruselas urge al nuevo presidente español, o sea, a Mariano Rajoy, a una reforma laboral para reducir las preocupantes cifras de paro. "Buff -he pensado-. Esto me huele a despido gratuito o casi".
La reflexión me ha durado 0,2 segundos. He cerrado el libro de Javier Marías que estos días me acompaña (el primero de la trilogía "Tu rostro mañana"), y he cogido una revista femenina de moda, de las que me he declarado en alguna ocasión incondicional. Estoy cansada de oir hablar de la crisis y el paro. Es mucho más refrescante ver fotografías de vestidos de fiesta por los que mi bolsillo nunca podrá pagar, pero que me permiten soñar y hasta enamorarme de unos zapatos de strass negro de Giuseppe Zanotti, tan absolutamente criminales para la salud de los pies y la espalda como recomendables en un outfit de diva muy femenina y muy carnal.
Con la revista entre mis manos, he dado un rápido vistazo a mi armario y ya sé lo que me pondré para la cena de empresa y para otra que me espera, aunque el comensal que me acompañará aún no lo sabe. Hace ya seis años que no voy a uno de estos eventos entre compañeros de trabajo. De alguna cena me ausenté por motivos poco sólidos y en otras ocasiones fue reemplazada por una comida o un cocktail. La de hace seis años me resultó aburrida a pesar de que no faltaron algunos de los ingredientes clásicos, a saber: cotilleos múltiples, borracheras en alguien insospechado y detalles más comprometedores que omitiré, y de los que no fui yo protagonista... todo para acabar en un local de Chueca donde mis compañeros estaban incómodos y nosotras felices, a salvo de moscones.
La cuestión es que el 2012 se presenta incierto y duro, así que he tenido un pálpito y me he dicho: "Este año vas". No sin antes cerciorarme de que algunas de las personas que son de mi confianza acudirán también.
La noche promete... dolor de pies desde la segunda hora y muchos problemas para hacerse con un taxi. Espero que diversión y distensión también. En mi mano está controlar la ingesta de alcohol. No seré yo a la que después recuerden por ridícula, que es lo que acarrean los excesos etílicos con los compañeros de trabajo como testigos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista