Leo esta mañana, en ABC, una noticia de ayer a última hora que habla sobre la canciller alemana, Angela Merkel. Como siempre, esto de leer los periódicos es una mina para encontrar todo tipo de curiosidades (aunque yo en las que me centro es en las que tienen que ver con gazapos). A primera hora, cuando la he leído, el titular decía lo siguiente:
Y yo me he quedado pensando en que a lo mejor, con tanta crisis y tanta reforma, igual es que se habían inventado un cargo nuevo. Pero por supuesto no, es que se les había ido la tecla y habían bautizado a esta mujer. Ya me veía a los de las editoriales, que en su día publicaron las historias de Blancanieves y la Cenicienta, cambiando el texto para sustituir a la madrastra aquella tan mala malísima y encasquetarle este otro cargo...
Cuando veo estos errores, normalmente suelo dejar un comentario en la noticia en cuestión, o enviar un correo con un pantallazo a la dirección de contacto del periódico, para hacerles ver que se les ha escapado algo. Creo recordar que, hasta ahora, nunca jamás se han dignado a contestar; otras veces, sin embargo, han publicado el comentario que he dejado en la noticia y además han hecho la corrección oportuna; y en otras ocasiones incluso han hecho la corrección pero el comentario no ha llegado ni a aparecer en la noticia. Cosas de la libertad de expresión, supongo...
Menos mal; esta vez sí han hecho caso y, desde hace un rato, el titular ya aparece corregido:
No sé quiénes serán exactamente los que
redactan las noticias los fines de semana, pero es cuando se encuentra más abundancia de gazapos. Igual es que tienen redactores automáticos, vaya usted a saber... En cualquier caso y con lo que saltan a la vista, que pasen esas cosas con los titulares ya tiene narices...