Este es el mundo en que vivimos

Sigo en shock todavía con la noticia que nos llego hace unos dias de nuestro vecino país Brasil y la masacre que un hombre realizó con 12 niños en una escuela. Se especulan los porques de este horrible hecho que sin duda nos deja aterrorizados a todos y quien sabe más a los que somos padres.He estado pensando en lo que sentiran los papás y mamás de esos doce niños que murieron asesinados por esta mente desquiciada. No quiero ni siquiera imaginar lo que estan viviendo, solo espero que Dios les de fuerzas necesarias para soportar esta carga tan pesada que llevarán por haber perdido a sus seres más queridos.
Se sabe que el autor de esta matanza era un joven adicto al internet, era hijo adoptivo y a pesar de que tenia 5 hermanos era solitario y sin amigos, además habia sido victima del bullying mientras estaba en el colegio. Sin duda una advertencia clara de las nefastas consecuencias que pueden traer el “bullying” que se practica a diestra y siniestra, ante la indiferencia de las autoridades educativas, maestros e incluso padres de familia.
Sabe Dios que cosa veia en internet, pues quemo su computadora antes de salir a cometer los asesinatos, pero las personas de su entorno lo conocian como un adicto al internet. Otra clara muestra de que esta herramienta no es tan inofensiva como muchos suelen pensar y que es necesario como padres poner limites claros y una estricta vigilancia a lo que nuestros hijos e hijas ven o leen en internet. Sin olvidar los videojuegos violentos que a mi modo de ver no se le deberia permitir a ningún niño jugar con estos, si están pensando que es exagerado hay un estudio nuevo que ha demostrado que los juegos violentos socavan la moralidad de los niños expuestos, los insensibiliza ante el dolor y el sufrimiento.
Cuidemos a nuestros hijos hasta donde más podamos mientras vivimos en este mundo, la infancia es la edad en donde se forma su personalidad, mientras más amor les demos y les enseñemos a demostrarselos a otras personas, más seguros podemos estar que serán adultos de bien y que lo único que buscaran es hacer el bien a su prójimo.
Siento mucho lo que ha pasado en Brasil y espero de verdad que los corazones de los padres que han perdido a sus niños algún día puedan encontrar la paz y tranquilidad que hoy no tienen.