Revista América Latina

Este es el problema en nuestra Administración Pública camarada Diosdado.

Publicado el 09 noviembre 2014 por Jmartoranoster

*JUAN MARTORANO.

Nuestro glorioso Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se apresta a celebrar una vez más una jornada esplendorosa de consulta a las bases dentro de quince días, para elegir cerca de 4.000 jefes y jefas de los círculos de lucha populares. Esto ha motivado que el camarada Diosdado Cabello, Primer Vicepresidente de nuestra organización política, y eminente cuadro de nuestro Alto Mando Político y Militar de la Revolución Bolivariana haya iniciado un periplo a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional para, además de invitar y motivar a nuestras bases en torno a estos comicios, ha planteado elementos importantes para la discusión y el debate que es importante referirse.

De acuerdo al diario Panorama de fecha 4-11-2014, podemos leer lo siguiente afirmación: ““A algunos no les gusta que uno lo diga, chavistas inclusive, pero no podemos permitir que desde una institución del Estado se lance la revolución por un despeñadero y eso ocurre por dos cosas fundamentales, una porque tenemos escuálidos infiltrados en los organismos como jefes, y otra porque tenemos chavistas de la boca para afuera que son peores a veces que los propios escuálidos, que maltratan al pueblo”.

La afirmación fue hecha por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y primer vicepresidente del Psuv, presente en Falcón como parte de los recorridos hechos previos a las elecciones internas en la tolda oficialista.

Cabello reiteró el llamado a la militancia a estar atentos a vigilar el funcionamiento de las instituciones.

“Compañeros les he pedido que me den la información de dónde están los jefes escuálidos al frente de los organismos, eso no lo podemos permitir y digánme también dónde están los chavistas que fueron designados en cargos y están cometiendo actos de corrupción, porque esta revolución no llegó para cometer actos de corrupción, aquellos que están maltratando al pueblo, aquellos que no están cumpliendo con el legado del comandante Chávez, aquellos que traicionan la voluntad de un pueblo (…)”.

“Vamos a atacar los vicios de la Cuarta República que persisten y que ponen en peligro la revolución bolivariana, no tengamos temor compañeros, vamos estoy a la orden (…) Vamos a ayudar al compañero Maduro a construir la revolución bolivariana, no cometan el error que le voy a meter la piedra a ‘Juancito’ porque me cae mal, y voy a decir que es ladrón, no vale, vamos a ser revolucionarios verdaderos, pensemos en Chávez, el comandante Chávez entregó su vida por esta revolución”.

Afirmó que los adversarios al Gobierno se disfrazan de chavistas, “son capaces de ponerse una camisa roja, son capaces inclusive, y perdonénme la desconfianza, que aquí pudiera haber uno, porque son hasta descarados (…) O es mentira que instituciones del Estado están siendo dirigidas por escuálidos, o es mentira que hay gente electa con votos nuestros que basta que sea electa para que más nunca atienda el pueblo y se le olvide quienes lo eligieron, una revolución se hace con revolucionarios y revolucionarias”.

Sobre la oposición aseguró: “Estamos en presencia de la construcción de un modelo político que es nuestro socialismo, el socialismo bolivariano y chavista, es nuestro lo estamos construyendo, algunos se desesperan, algunos creen que el tema de la guerra económica es mentira, no es mentira compañeros, estamos en una guerra, no les importa absolutamente nada, van desde medicinas hasta cauchos, no les importa quitarle la comida al pueblo, no les importa absolutamente nada”.

Pues bien, vistas estas aseveraciones, es bueno hacer las siguientes acotaciones al compañero Diosdado.

Aquí hay que recordar, que luego del triunfo electoral de Hugo Chávez, el 6 de diciembre de 1998, y a diferencia de la IV República, se respeto la antigüedad y estabilidad laboral de la inmensa mayoría de los entonces funcionarios y funcionarias de la Administración Pública. Recordemos que en el régimen puntofijista, cuando llegaba una administración adeca, botaban a todos los funcionarios copeyanos que estaban en gobierno sin respetar ley ni reglamento ni nada, además que se pedía el carnet político para poder trabajar, lo mismo ocurría cuando llegaba un gobierno copeyano. No tenían paz con la miseria, como reza una sabia conseja popular.

Pues, teniendo eso claro, y que Chávez recibió una Administración Pública plagada del viejo adecopeyanaje más recalcitrante, y porque en buena medida el Estado Burgués sigue imperando, no lo justifico, pero es lógico que los mandos encargados de las ejecutorias del Gobierno Bolivariano esté en manos contrarrevolucionarias y sean una amenaza y una bomb de tiempo.

Es lógico, y parafraseando al “Ché” en su inmortal obra “Contra el Burocratismo”, que iniciándose la Revolución Bolivariana en 1999, en medio del debate constituyente, esos primeros años se invirtieran en empezar a organizar los fuertes aparatos burocráticos del Estado de aquél entonces, pero a diferencia de la Cuba Revolucionaria, no estaba todavía en construcción el Estado Socialista o Comunal en nuestro país, porque aún habían indefiniciones ideológicas. Fue el látigo de la contrarrevolución con el golpe de abril y el paro-sabotaje de 2002 y comienzos de 2003 que contribuyeron a acelerar procesos y definiciones en nuestra revolución.

Igual que la Revolución cubana enfrentó un proceso de centralización operativa debido a la escasez de cuadros medios y el espíritu anárquico y cuartarepublicano anterior, la falta de aparatos de control adecuados.

Dado el peso de los pecados originales yacentes en los antiguos aparatos administrativos y las situaciones creadas con posterioridad al triunfo de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana, el mal del burocratismo comenzó a desarrollarse con fuerza. Al igual que en la Cuba Revolucionaria, la razón del mismo versa por tres razones fundamentales. La primera, la falta de motor interno, entendido éste como la falta de interés del individuo por rendir su servicio al Estado y por superar una situación dada. Se basa en una falta de conciencia revolucionaria o, en todo caso, en el conformismo frente a lo que anda mal. Se puede establecer una relación directa y obvia entre la falta de motor interno y la falta de interés por resolver los problemas. Por eso, es acertado cuando dices que la Revolución la deben hacer los revolucionarios y las revolucionarias.

La otra tiene que ver con la falta de organización. Al pretender destruir este Estado Burgués sin tener la suficiente experiencia administrativa, y las bases del Estado Comunal que pretendemos construir, se producen disloques, cuellos de botellas, que frenan el flujo de las informaciones de las bases y las instrucciones u órdenes emanadas de los aparatos centrales y de la dirección política de nuestra revolución. A veces, éstas, o aquellas, toman rumbos extraviados y, otras, se traducen en indicaciones mal vertidas, disparatadas, que contribuyen a más distorsión.

Esta falta de organización tiene como característica fundamental la falla en los métodos para encarar una situación dada. Ejemplos podemos ver en los Ministerios e instituciones del Estado, cuando se quiere resolver problemas a otros niveles que el adecuado o cuando éstos se tratan por vías falsas y se pierden en el laberinto de los papeles.

La tercera causa, muy importante, es la falta de conocimientos técnicos y políticos suficientemente desarrollados como para poder tomar decisiones justas y en poco tiempo. Al no poder hacerlo, deben reunirse muchas experiencias de pequeño valor y tratar de extraer allí una conclusión. Las discusiones suelen volverse interminables, sin que ninguno de los expositores tenga la autoridad suficiente como para poder convencer a los otros con su criterio. Después de una, dos, unas cuantas reuniones, el problema sigue vigente hasta que se resuelva por sí solo o hay que tomar una resolución cualquiera, por mala que sea.

Esas tres causas fundamentales que el mismo “Ché” Guevara esbozó en su escrito son las que influyen, una a una o en distintas conjugaciones, en menor o mayor proporción, en toda nuestra vida institucional de nuestro país, y ha llegado el momento de romper sus malignas influencias. De todas las causas fundamentales, podemos considerar a la organización como nuestro problema central y encararla con todo el rigor necesario. Debemos modificar nuestros estilos de trabajo; jerarquizar los problemas adjudicando a cada organismo y a cada nivel de decisión su tarea; establecer las relaciones concretas entre cada uno de ellos y los demás, desde el centro de decisión económica hasta la última unidad administrativa y las relaciones entre sus distintos componentes.

Simultáneamente, debemos desarrollar un trabajo político para liquidar las faltas de motivaciones internas, es decir, la falta de claridad política, que se traduce en una falta de ejecutividad. Debe haber una explicación continuada mediante la explicación concreta de las tareas, mediante la inculcación del interés a los empleados administrativos por su trabajo concreto, mediante el ejemplo de los trabajadores de vanguardia, por una parte, y las medidas drásticas de eliminar el parásito, ya sea el que esconde en su actitud una enemistad profunda hacia la sociedad socialista o al que está irremediablemente reñido con el trabajo.

Por último, debemos corregir la inferioridad que significa la falta de conocimientos. Si decidimos asumir la gigantesca tarea como lo hizo Chávez de transformar la sociedad de una punta a la otra en medio de las agresiones imperialistas, de boicots cada vez más fuerte, de un cambio completo de nuestras tecnologías, de agudas escaseces en materias primas y artículos alimenticios y de la promoción de “fuga de cerebros” y de técnicos calificados, debemos plantearnos un trabajo muy serio y muy perseverante con nuestras masas, para suplir los vacíos que dejan los traidores y las necesidades de fuerza de trabajo calificada que se producen por el ritmo veloz impuesto a nuestro desarrollo. De allí que la capacitación ocupe un lugar preferente en todos los planes de nuestro Gobierno Revolucionario.

Por eso, para condensar lo que hemos señalado en estas líneas, y como no se trata de hacer sólo una crítica, sino además formular las propuestas y soluciones, es entonces que procedo a realizarlas a continuación:

En cuanto a la falta de Motor Interno: Plan de la Patria 2013-2019.

Formación Política

2.3.5.4 : Afianzar el ejercicio de educación popular como fuerza impulsora de la movilización consciente del pueblo orientada a la restitución definitiva del Poder Popular.

2.3.5.5. Desarrollar y especializar programas formativos que eleven la capacidad de gestión del Poder Popular en competencias que le sean transferidas en los ámbitos político, económico y social y en áreas estratégicas para el desarrollo nacional.

2.4.1.2: Reforzar el acervo moral del pueblo venezolano mediante la promoción de los valores del socialismo, la ética y la moral socialista, la formación y autoformación socialista, la disciplina consciente basada en la crítica y la autocrítica, la práctica de la solidaridad y el amor, al conciencia del deber social y la lucha contra la corrupción y el burocratismo.

En cuanto a la falta de Motor Interno: Plan de la Patria 2013-2019.

Sistema de Incentivo2.5.4.4: Ejecutar un proceso de reorganización paulatino de la administración del Estado, homologando y dignificando las condiciones de los servidores públicos, de acuerdo a sus roles y competencias, orientado al uso de las capacidades profesionales y laborales hacia el fortalecimiento del modelo económico productivo.

Sistema de Sanciones 2.5.4.5: Profundizar y ejecutar los mecanismos de sanción política, administrativa y penal, según sea el caso, para los servidores públicos que incurran en ineficacia administrativa, política y en hechos de corrupción.

En cuanto a la falta de Organización:

El Partido (PSUV) debe ayudar al Gobierno Bolivariano, como uno de los dos brazos de esta Revolución, asumir como tarea la de erradicar todas las prácticas que promueva el burocratismo,por considerarlo uno de los principales flagelos heredados de la democracia liberal burguesa, generador de la ineficiencia, la pereza, el maltrato, el individualismo y la corrupción; en tal sentido se profundizará en la transformación revolucionaria de las estructuras del Estado con base en el ejercicio del buen gobierno, la restitución del poder al pueblo, la contraloría social, la propiedad social sobre los medios de producción y la elevación de la conciencia política y del deber social, garantizando que todo militante que esté en función pública esté al servicio del pueblo. (Artículo 12 Estatutos del PSUV). Esta no es una tarea sólo de un organismo, sino de una Nación entera, de los organismos dirigentes, fundamentalmente del Partido Unido de la Revolución y de las agrupaciones de masas. Agilización del aparato estatal, producción sin trabas y responsabilidad por la producción (“Contra el Burocratismo”, Ernesto “Ché” Guevara)

En cuanto a la falta de Organización:

Erradicar definitivamente los tradicionales gestores haciendo que todos los trámites para obtener documentos, realizar legalizaciones, pagos, obtener becas, pensiones o efectuar cualquier gestión legal dentro de la Administración Pública, fluyan con la mayor celeridad y pulcritud, a través de la masificación de tecnologías de punta y unificación de criterios. (2.5.4.6 Plan de la Patria).

Suprimir todos los trámites innecesarios en los requerimientos exigidos a los ciudadanos y ciudadanas para realizar operaciones legales con el Estado o para obtener licencias, registros, diplomas y certificaciones (2.5.4.7 Plan de la Patria).

No estamos descubriendo el “agua tibia”, sólo pedimos la implementación del Plan de la Patria en los dispositivos que estamos señalando.

¡Bolívar y Chávez Viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

@juanmartorano


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