Revista Cultura y Ocio

Este jueves...........argumentos oníricos

Publicado el 19 febrero 2015 por Charo
ESTE JUEVES...........ARGUMENTOS ONÍRICOS
   El Demiurgo de Hurlingham conduce este jueves con una propuesta de lo mas variopinta e imaginativa. Se trata de elaborar un relato con los elementos de algunos de algunos de sus  sueños. Yo he elegido este: "Una serie de pistas lleva a una casa en ruinas. Hay una puerta que se abre con cierta llave extraña. Abrir la puerta lleva a lo desconocido."
    
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   Hacía tres días que lo había visto en la acera de enfrente cuando salía de casa para ir al trabajo. Vestía con traje negro y estaba completamente calvo. Por lo demás su era rostro vulgar y  anodino sin ningún signo de distinción, ni barba, ni bigote, ni cejas pobladas, ni nariz aguileña…un rostro de edad indeterminada de lo más corriente, sin embargo, por eso mismo, todo en él resultaba extraño. Cuando yo salía del portal nuestras miradas se cruzaban por un breve instante y su cabeza se inclinaba hacia un lado con un movimiento apenas perceptible.   Al cuarto día, cuando yo salí, el empezó a andar. Un impulso incontenible me obligó a  seguirlo. Caminamos hasta las afueras de la ciudad, yo siempre unos metros por detrás de él, que en ningún momento volvió la cabeza, aunque no sé por qué instintivo convencimiento yo sabía que él sabía que yo lo seguía. Entró en una librería antigua y comenzó a revisar todos los libros de una estantería. En uno de ellos encontró algo. Desde la distancia me pareció que se trataba de una llave. La guardó en su bolsillo y salió del establecimiento sin volver en ningún momento la vista atrás. Continuamos hasta las afueras de la ciudad. En un lugar apartado una casa vieja y abandonada se alzaba entre un jardín espeso y descuidado. Subimos las escaleras y él introdujo la llave en la puerta. Ésta se abrió apenas un resquicio y entonces él desapareció. Continué solo. Lo que vi cuando abrí completamente la puerta me dejó sin respiración.    Una escena dantesca se desplegó ante mis ojos. Hierros retorcidos por todas partes, humo, fuego, cadáveres ensangrentados, miembros amputados esparcidos por el suelo, cristales rotos. Un enorme socavón se había tragado la cabeza del tren que había descarrilado por efecto de la explosión. El indicador luminoso con letras rojas que marcaba el destino continuaba intacto en un vagón señalando la estación en la que yo me bajaba siempre para ir a trabajar…excepto ese día.    No recuerdo nada más. La policía me encontró sin conocimiento tirado en medio del descampado. No había rastro de la casa por ningún lado. Tampoco encontré nunca la vieja librería. En cuanto al hombre, sigo viéndolo a veces en los lugares más insospechados aunque siempre desaparece cuando intento seguirlo.   No hubo supervivientes del accidente.
     

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