Este muerto está... muy muerto

Hay gente que al morir pide una última voluntad, bien porque le dé tiempo a comentarla, o bien en el testamento. Y los hay que hasta en la muerte quieren ser graciosos, o intentarlo.
Es el caso de un británico de 72 años, que dejó dicho que le enterraran con su móvil y le llamaran. Si no descolgaba y atendía la llamada, podían enterrarle. Si hubiese ocurrido lo contrario, es que les estaba gastando una broma. Menudo humor gastaba el hombre.
Y como sus allegados querían contentarle, le llamaron en medio de la ceremonia para despedirle, vieron que el teléfono sonaba y sonaba y después siguieron con la ceremonia. Menos mal, porque imaginaros la de infartos que tendrían lugar si el difunto descuelga y dice: ¿hola? Eso iba a ser entierro multitudinario, hasta con descuentos de grupo y todo.
Pero hubo final feliz para todos. Bueno, para el muerto no lo sé, lo mismo no quería estar muerto pero ya puestos, pudo respirar tranquilo en su retiro eterno. Peor hubiera sido que fuera una broma, que la familia se estaría acordando de él para siempre pero no creo que para bien.
Y es que hay gente que hasta para morirse tiene que dar la nota... y la noticia.