Este verano "no abras los ojos"

No abras los ojos es la segunda novela de John Verdon que sale a la venta esta semana. La primera,publicada por Rocaeditorial, "Se lo que estás pensando" fue todo un éxito editorial.
Verdon, es un publicitario retirado que ha encontrado una fórmula inteligente y amena en su escritura que es capaz de atrapar a infinidad de lectores. Diría que es un escritor transversal que no deja indiferentes ni a los más exigentes ni a aquellos que solo buscan lectura de evasión, y eso no es fácil de implementar.
He acabado de leer hoy "No abras los ojos" y pienso que tiene todos los ingredientes para convertirse en la novela de este verano.
El detective retirado, David Gurney, vuelve a protagonizar la resolución de un caso en el que, aparentemente, desde el primer momento se conoce quien es el asesino y hasta cómo se ha cometido el crimen.Una novia aparece decapitada en la fiesta de su boda ante cientos de invitados y con toda la ceremonía grabada en video desde todos los ángulos.
Un Gurney que cuestionará todas las bases de partida, todos los hechos dados por ciertos por la policía y que acabará implicado involuntariamente, se nos muestra mucho más reflexivo y humano que en el anterior caso del asesino que adivinaba los números.
El análisis de la naturaleza humana , el comportamiento sicológico de los delincuentes, la forma de acceder a personalidades cerradas y psicópatas,la búsqueda de la verdad relativa y, por descontado, la relación con su mujer, Madeleine,que fue una constante en su primera novela, alcanzan en No abras los ojos, una brillantez extraordinaria. Verdon sabe de lo que escribe.
Tratándose de un thriller policíaco, trepidante e inteligente a la vez que sicológico y con una trama de redes sexuales en su trasfondo, pienso que interesa a un amplio espectro de lectores que serán incapaces de cerrar los ojos ante las páginas de la novela y, dada la resolución final del caso, yo no lo haría por si acaso. Mantendría los ojos bien abiertos.
Si como dice Verdon en su novela: "No te muevas, no hables, pero sobre todo no abras los ojos"
Nos puede costar algo más que un disgusto.