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Llegado el verano, conocemos las nuevas tendencias en moda política. Acostumbrados a los pareos, que no mareos; o los triquinis, que no tripartitos; nos centramos en la prenda estrella de esta época estival: “la transparencia”.
Así es, una prenda que pretende servir como referente para modas políticas futuras por su arriesgada puesta en escena. Mucho que enseñar y poco que esconder. O esa al menos es la iniciativa. Que se vea todo para comprobar que no se esconde nada.
Pero claro, no todos los diseñadores políticos están de acuerdo con la nueva “transparencia”. Prueba de ello es que aquellos que realizan sus trabajos desde la izquierda estén indignados con los que lo hacen desde la derecha por no explicar qué cuentas pendientes tienen con un sastre que está haciendo un desastre, y aunque ya está despedido en diferido, está muy presente para toda la gente.
No obstante, tampoco se quedan mancos algunos de estos diseñadores que trabajan desde la izquierda porque mientras señalan al sastre desastre y a sus antiguos patrones de la derecha, ellos están “ere” que “ere” en Andalucía con otro problema que tiene mucha tela.
Así que este verano puede que no veamos lucir a ningún representante político esas “transparencias” de las que tanto se han hablado y tengamos que esperar al otoño; estación por cierto en el que las hojas caen y si caen algunas con fechas, firmas y asientos contables, se llevarán por delante a alguno que otro.
Sin embargo si usted es de los que piensan que esta nueva tendencia en moda política de poco servirá, hágalo saber antes de que siga adelante porque luego, como siempre pasa, los culpables no son los diseñadores o los que llevan la prenda sino los que nada tienen que ver con el asunto por no haberse quejado previamente.
Pero de todas maneras, aunque las transparencias lleguen a la pasarela del Congreso y el Senado, y se extiendan por el resto del territorio nacional de poco servirán si continúan las malas prácticas entre sastres, empleadores y empleados. Aunque como todos sabemos, si algo tienen las nuevas tendencias es que finalmente…acaban pasando de moda.
Esta es la crónica habitual de un día como otro cualquiera…