Ester Expósito es una penosa actriz con cara permanente de asco que siempre hace papeles de personajes enfadados y bordes, mejor conocida por Élite, donde
Antes de hacerse famosa ya se lo pasaba pipa haciendo anuncios que tenían más argumento que la serie que la hizo famosa.
Desde entonces es una Attention Whore en Instagram o bailando reggaeton cual choni de tiktok para intentar que su efímera fama pase.
Al final acabará como juguete roto y loca perdía casada con un futbolista de segunda fila. O peor aún, en Tu cara me suena o Supervivientes.
Biografía
Su primera vez fue en 2016 en la serie de lesbianas Vis a vis, pero interpretando a la hija de Fernando.
Ese mismo año apareció también en el documental Centro médico (La Rosa de Guadalupe española) con el papel de una niña que iba con su padre al hospital y acababa descubriendo que sufría una enfermedad rara y que se curó con ibuprofeno.
Su primer papel recurrente en una serie de televisión fue en Estoy vivo de TVE.
Obtuvo fama con la serie juvenil de Netflix Élite en 2018, donde interpretó (entre folleteo y folleteo) a Carla Rosón, más pintada que una puerta y con las pestañas enormes que robó al cadáver abandonado de un travesti.
Tras el éxito en la serie, fue contratada para presentar los LOS40 Music Awards, donde César de Vicente le quitó el protagonismo. Y las drogas y el alcohol y otras substancias psicotrópicas. Unos días después tuvo que soportar al gilipollas de Álvaro Ojeda.
Luego fue la encargada de entregar un Premio Goya y no fue capaz de leer bien el nombre del ganador. Por allí no estaba César de Vicente para beberse el agua de los floreros.
Ahora va a rodar varias películas para aprovechar el tirón, una de ellas Alguien tiene que morir, en la que sale Carmen Maura con escopeta. También sale Eduardo Casanova. Esperemos que ese sea el primero en morir. En tí confiamos Carmen.
Ella que vaya haciéndose la idea de que acabará como Eva Santolaria.