Revista Arquitectura
Hoy voy a escaparme del tema específico del arte en la pintura para incidir en un tema que sin embargo tiene cierta relación con ella ya que se trata de la estética, mejor dicho de la falta de estética y buen gusto en la arquitectura que nos rodea. También de pasada me gustaría reiterar en esta falta de sensibilidad con el medio ambiente que en los últimos decenios estamos padeciendo.
Me voy a referir en concreto al lugar donde vivo y trabajo, Sant Pol de Mar, un encantador pueblo de la costa catalana a 45 km al norte de Barcelona. Si bien, esta población , aun conserva afortunadamente ese encanto de pueblo y parte de la belleza originaria (como podéis apreciar en las fotos de arriba) no se ha librado de interesadas especulaciones y graves impactos visuales. Este pequeño rincón de aproximadamente 5000 habitantes, es otro ejemplo claro de la falta de sensibilidad con la estética de su arquitectura y la especulación inmobiliaria que sufren y han sufrido también incontables pueblos de toda nuestra geografía.
Os muestro a continuación algunos ejemplos del impacto visual producido y que ha desvirtuado y "tocado" muy negativamente la imagen originaria de Sant Pol y su belleza panorámica.
Sin embargo esto ya no tiene remedio. Cosas como estás no deberian haber ocurrido nunca, son producto de criticables gobiernos pasados, de falta de sensibilidad, avaricia y especulación que deben servirnos ahora como recordatorio y aviso para que nunca más vuelvan a repetirse.
Me gustaría ahora y de manera constructiva hacer algunas sugerencias de cosas que se podrían hacer para mejorar la imagen de Sant Pol de Mar y por añadidura la imagen de muchas poblaciones.
1/ En primer lugar se podrían pintar y encalar las fachadas de los edificios por sus cuatro lados. El aspecto de estas fachadas con los "tochos" al descubierto dan un aspecto de dejadez y suciedad que podrían remediarse fácilmente. Por supuesto se tendría que hacer una ley que obligase a las nuevas edificaciones a pintarlas y encalarlas por los cuatro lados. He simulado con Photoshop unas vistas tal como creo deberían estar. Veréis a continuación que una imagen vale más que mil palabras (podéis ampliar la imagen haciendo clic encima de la foto).
2/ Proteger las antiguas edificaciones y tener cuidado con el diseño y estructuras de las fachadas de las casas en las nuevas edificaciones. Debería formarse un comité de personas cualificadas, con una normativa específica a los elementos que conforman las fachadas (colores, estructura, tejados, balcones, barandillas, toldos, ventanas, etc), que regulase y supervisase los proyectos antes de su construcción y que fuesen aprobados en el caso de que no contradigan las normas de la estética y el buen gusto. Aberraciones como estas que os muestro a continuación no deberían permitirse ¡Columnas doradas! El "Kitsch" en estado puro... ni que estuviésemos en la época de los faraones.
En el edificio que veis a continuación donde están estos balcones que parecen de plástico y de diseño aséptico se encontraba hace pocos años un hotel antiguo de gran belleza.
En muchas ocasiones no es cuestión de dinero y medios, sino simplemente de buen gusto y respeto con el entorno. Es obvio que se pueden hacer las cosas bien hoy en día y realizar de manera coherente y con la estética adecuada las edificaciones y reformas. Os muestro un ejemplo de un edificio en Sant Pol, el Club Nàutic, de la primera mitad del siglo XX reformado y ampliado con buen gusto y siguiendo las pautas iniciales del diseño original. Las tres últimas plantas son un añadido, pero eso si, hecho con sentido común.
3/ No permitir de ninguna manera edificaciones tipo "rascacielos" y mucho menos en zonas paisajísticas donde la belleza del entorno queda alterada de forma brutal. En esta imagen lo podéis comprobar ... puro sentido común.
4/ Eliminar en lo posible el entramado de antenas de televisión que hay en los edificios. ¿No se podrían suprimir muchas de ellas poniendo antenas colectivas para varios edificios? Lo que está claro es que estéticamente el sistema de televisión TDT (Televisión Digital Terrestre) no ha beneficiado en absoluto.
5/ Respetar el medio ambiente en nuestros pueblos, pero también en su entorno. Paseando por los bosques y los alrededores de Sant Pol uno se avergüenza y se entristece al ver el descuido y la suciedad y lo que podría ser un agradable paseo se convierte en un lamentable espectáculo para la vista: plásticos, escombros, botellas, electrodomésticos abandonados, etc., campan por los alrededores; pero lo que más me molesta no son estas bajezas realizadas por individuos aislados sin ningún tipo de escrúpulo o sensibilidad, sino los campos de cultivos de fresas, abandonados por sus dueños; todos sus utensilios han quedado abandonados: plásticos desparramados incrustados por los caminos y en la tierra o colgados de los árboles, hierros utilizados para invernadero, bidones de plástico, barracas ... todo un lamentable espectáculo para la vista y para el medio ambiente. Lo que no puedo entender es como no existen unas leyes que obliguen a los dueños de estos campos a recoger y limpiar todo lo que ellos mismos han abandonado. No soy yo quién para decirlo, pero quizás podría retomarse en estos campos el cultivo de la viña, mucho más limpio y que ya había tenido su auge en épocas pasadas.
No hace falta irse muy lejos, voy con frecuencia al sur de Francia, para darse cuenta que el respeto por el entorno está mucho más arraigado, quizás por unas leyes más severas, pero me inclino a pensar que una educación y una concienciación de la sociedad por el respeto al medio ambiente es mucho más efectiva que cualquier multa o sanción.
Creo, a pesar de tanto desagravio, que es un orgullo para los habitantes de Sant Pol de Mar poder decir que vivimos en uno de los pueblos del Maresme cuya belleza aun persiste. Si queremos conservarla, enorgullecernos y que sea visitado por gente con sensibilidad debemos plantearnos algunas de estas propuestas que expongo, por supuesto aun quedan muchas más. No ha sido mi ánimo criticar por el mero hecho de criticar, sino concienciar a las personas y hacer una sugerencia al nuevo gobierno que ahora dirige nuestro pueblo para que tomen las medidas que estén en su mano para que la estética, el buen gusto, el sentido común y el respeto por nuestro patrimonio arquitectónico y el medio ambiente sean una prioridad. A buen seguro será en un futuro una buena inversión.