Esto tiene que ver con el tiempo. Si yo tenso y relajo, no hay tiempo suficiente. Si yo tenso un tiempo tal en que note que ya me falta la fuerza, la tensión es perfecta, la distensión será perfecta, el rélax va perfecto. Pero si yo simplemente tenso y distenso, no hay tiempo, de manera que tenso y noto el cansancio en un momento dado, ahí aflojo. Así que hay un problema de tiempo, hay que dejarle tiempo al péndulo para que vuelva.
Si yo quiero relajar el ruido de la mente, no puedo decirme a mí mismo, bueno, no tengo que hacer ruido, mente en blanco ahora. Si yo tengo ruido en la mente, tomo conciencia del ruido de la mente, trato de acentuar, en el caso de que pueda lo acentúo hasta fatigar tal estado y entonces dejo y me dedico a mis objetos. ¿Notan el truco mental? Trabajo por oposición y por péndulo, pero no me digo "tengo que relajar la mente, no debo hacer ruido".
Ahora, aquí hay una cuestión de sentido común y de sistema; como mucha gente se va a encontrar que está haciendo ruido mental, entonces va a estar todo el día, más ruido, menos ruido. Sentido común, si yo voy a dedicarme a distensar los músculos y a relajarlos, pues desde ese estado arranco y ahí voy, y lo mismo sucede con la mente, es casi un mántram, es el arranque que es el ponerse en frecuencia, ese ruido que imprimo y ese cansancio y track para soltar, pero no estoy yo a cada rato en eso de tenso, distenso ¿qué es eso? Es el disparador.
De manera que en ese estado de vigilia ordinaria en que estamos, cuando notamos esa tensión asfixiante, que nos impide pensar concretamente por un clima emotivo que se ha dado o por grabaciones que tenemos muy profundas o por sobrecarga energética; cuando efectivamente caemos en cuenta de tal cosa, con el procedimiento que quieran aumentamos el ruido interno de la mente y lo soltamos. Y ahí comenzamos a dirigir nuestro pensamiento, pero no tratamos de relajar, evitar el ruido y todo aquello.
Observar esto para ver la separación entre músculos y mente y comprender este asunto de las polaridades. Yo ahora me propongo levantar la mesa, todavía no. Pero ahora estoy muy atento a levantar la mesa y entonces empiezo a hacer fuerza con los músculos y también como he dicho que voy a levantar la mesa estoy sometido a una tensión mental. ¿Ven? Noten ahora, yo tengo los músculos relajados, tranquilamente. Ahora sé que tengo que levantar la mesa. Yo no tengo problemas de si voy a levantarla o no, yo sé que en un momento dado voy a pegar el tirón. Entonces, en un momento, los músculos se activan pero la mente sigue en el mismo tono. Traten de hacer fuerza con cualquier objeto, pero con la misma actitud mental, sin tensión. Y vean que pueden hacerlo, que pueden hacer cosas con la mente floja.
Si ustedes no tienen la mente floja, lleven la mente a mucha actividad. No vayan a creer que por forzar los músculos se fuerza la mente, o por aflojar los músculos se afloja la mente, porque no es así; no necesariamente es así, sobre todo en la gente que ha trabajado un poco. ¿Entienden el principio? Nosotros caminamos, miramos el mar, estamos con la mente sin tensión, sin ruido, todos los barquitos los vemos, unos nos gustan mas que otros, pero la mente está sin tensión, sin ruido. Pero ahora estoy mirando los barcos y asocio: algo que paso con alguien, algo que me va a pasar a mí, algo que me gustaría, algo que..., son buenos indicadores, eso que veo una cosa, veo lo que veo.
SILO