¿Quién ha dicho que la revolución industrial había acabado?
Los más atrevidos y con menos prejuicios a la hora de montar su refugio, sabrán apreciar el encanto de unos materiales con carácter que no tienen nada que envidiar a otros más convencionales o habituales.
Para empezar, vamos a apreciar el encanto de las texturas en estado “puro” ¿Hay una pared de ladrillo visto? Aprovéchala, puedes dejar el ladrillo desnudo con su color original, o pintado.
Si el muro esta algo desconchado, se trata con un producto sellador, y sobre el, aplicaremos el color escogido, o dejaremos esta textura a la vista.
Otra opción es el hormigón visto y pulido, siempre una base excelente para esta tendencia, que se puede extender también al suelo. Si optamos por poner revestimientos, la clave esta en utilizar acabados metálicos y tonos neutros. Junto a revestimientos tradicionales como los azulejos, que pueden ser metalizados, tenemos otros como la chapa de metal, el caucho, o pinturas con acabado metalizado.
Si además tienes tuberías o vigas de metal a la vista en casa, ¿por qué ocultarlas?? Jugaremos con ellas como elemento escultórico, que imprima carácter a la estancia, incluso realzándolas con un color plano en contraste con el fondo, o dejando el material a la vista sobre la textura de la pared.
Si te gustan las gamas de tonos fríos y neutros, este será tu estilo, aprovechando colores y texturas que nos vengan “de serie” ; o bien podemos caldear el ambiente y jugar al contraste, con elementos en colores planos y primarios, recordando la señalética industrial.
Bueno, ya tenemos el contenedor … En otra entrada nos ocuparemos del interiorismo de nuestra fábrica de sueños cotidiana, para iniciar la producción con buen pie... Have a nice day!!!!!