A veces una se sorprende con las cosas que hay tiradas por ahí, y no llaman la atención. Yo soy un poco diogenera, así que me lo he traído a casa. Esto son unos ladrillos industriales, hechos en una tejería antigua que ya no existe. Como veis, tienen la fecha en el sello, para mi son una joya (por eso estudié arqueología, me fascinan todas estas cosas). Ahora que está de moda el estilo industrial, seguro que pueden usarse como pisapapeles encima de una bonita mesa de despacho, o alguna utilidad se me ocurrirá. Una limpieza, un poco de cera y como nuevos. Me parecen preciosos.