Desde que mi amiga M me dijera que había pintado parte de su salón azul clarito y yo decirle “¿azul?-¿pero qué has hecho?” lo veo por todas partes y cada vez me gusta más (uf… verás, M va a estar insoportable cuando le diga que he cambiado de opinión y SI me gusta jajja…).
A ver, no todos los azules y no en grandes cantidades, ya sabéis mi terror a los colorines, me gustan para un rato, pero enseguida me canso, algo como en el salón de este ático, si que lo tendría en mi casa. Las paredes y carpintería de blanco, excepto una de azul claro, muebles ligeros donde sólo detalles en azul-grisáceo en los textiles o cerámica, ponen la nota de color. Decoración, relajada, limpia, clásica y muy muy confortable. ¿Qué os parece un poquito de azul entre blanco y madera? ¡Feliz lunes!
Vía: Alvhem