Música: Cuarteto para flauta (1777), de Wolfgang Amadeus Mozart.
Los juegos son el principal estímulo de la imaginación, potenciando la marca personalDurante la niñez y juventud, está comprobado que el principal método pedagógico que estimula y ayuda de forma considerable el crecimiento es el juego. Los niños que juegan durante su infancia, y que disponen de libre albedrío para hacer y deshacer entuertos, compartiendo estas actividades lúdicas con sus familiares y amigos, disponen de una mayor capacidad de solucionar problemas, de hacer frente a obstáculos que se presenta en cualquier momento, tienen mayor capacidad de riesgo, el juego actúa de motor. Durante la infancia no se conoce el riesgo y por eso se innova, porque no hay miedo al ridículo ni al fracaso, "me equivoqué", no pasa nada lo rompo y vuelvo a empezar, los críos son auténticas esponjas, rompen el orden establecido y no les importa, lo ven natural y lo hacen igualmente natural. Pero aún así conforme crecemos el sistema establecido nos aparta el juego como herramienta de aprendizaje.
Crecemos y crecemos físicamente aunque nuestros cuerpos son cada vez más duros, sólo notamos flexibilidad en nuestra mente. En nuestra educación se dejó el juego a un lado cada vez más apartado y por tanto nuestro principal motor de creatividad, de buscar y encontrar soluciones para seguir el camino. ¿Por qué las empresas piden entonces soluciones creativas para mantenerse en el mercado si ya no somos niños/as?.
La creación da alas a la innovación, y ésta es la que abre nuevos caminos, nuevos posibles en el mercado de la competitividad. Ser competitivo hoy día debiera ser bastante deseable pues demuestras capacidad de riesgo, capacidad de innovación, capacidad de adaptabilidad, y lo principal para una empresa capacidad de fidelización. Ojo capacidad para fidelizar al público que te interesa. Todo este coctel proporcionan las herramientas de arte, aumentando considerablemente las posibilidades de hacer Branding.
Siendo todo esto posible de crear en una empresa, resulta cuanto menos extraño que tengamos que volver al inicio cuando en teoría y en la práctica se nos ha certificado que hemos desarrollado correctamente todo el proceso. Pero llegamos a la vida real, al día a día y resulta que nos falta una gran herramienta para poder desenvolvernos con total seguridad y confianza. Esa capacidad de riesgo que aprendimos jugando, pero que en nuestro certificado se olvidó como materia obligatoria. ¿Y ahora qué?, pues a renovarse toca antes o después iba a llegar este momento.