Revista Salud y Bienestar
Muchas personas se acercan a la farmacia buscando consejo sobre fármacos para perder peso. Pero, una consulta menos conocida que también se realiza con frecuencia es sobre los que aumentan el apetito. La disminución o ausencia de apetito (anorexia es el término médico, no confundir con anorexia nerviosa, que se caracteriza por pérdida autoimpuesta de peso) puede presentarse como síntoma en enfermedades o como efecto secundario de algunos fármacos, como los medicamentos tiroideos. Por tanto, se debe consultar con el médico si la disminución de apetito ocurre con signos de depresión, consumo de alcohol o drogas o si la persona está perdiendo peso sin proponérselo. Hay que tener en cuenta que una disminución del apetito casi siempre se observa entre mayores y no se puede encontrar ninguna causa, aunque la tristeza o la ansiedad son una causa común de pérdida de peso entre ancianos. Una vez que se descarta la presencia de una enfermedad subyacente, puede recomendarse el uso de fármacos conocidos como estimulantes del apetito. Casi todos basan su acción en uno de estos dos componentes: ciproheptadina o pizotifeno. El efecto se descubrió accidentalmente en el uso clínico de estos principios activos como antihistamínicos (usados en el tratamiento de la alergia).
Su mecanismo de acción no es bien conocido y se relaciona con su acción antiserotonínica, porque se piensa que la serotonina juega un papel de mediador en los centros cerebrales reguladores del apetito. La mayor parte de estos medicamentos contiene mezclas de ciproheptadina con vitaminas, nucleótidos y aminoácidos. Algunos requieren receta médica y otros no. Deben tener especial precaución los pacientes que tomen medicamentos que afecten al sistema nervioso, como sedantes o antidepresivos.
Se aconseja que sean administrados media hora antes de las comidas. El farmacéutico aconsejará la forma de administración más adecuada. Debido a los efectos secundarios, deben usarse sólo en casos donde la pérdida de apetito sea muy marcada. De hecho, puesto que la mayoría de las consultas por falta de apetito tiene un fondo psicológico, es posible que los productos compuestos por combinaciones de vitaminas, minerales o aminoácidos sean eficaces y sin efectos adversos. Para quienes deseen aumentar de peso es recomendable:
-Aumentar el valor calórico de la dieta con alimentos saludables, como frutos secos, sopas con queso o huevo, verduras con salsa bechamel o de tomate, etc.
-Seleccionar alimentos que aporten en pocas cantidades calorías y nutrientes: cereales (arroz, pan, pastas), legumbres, quesos, y alimentos fáciles de digerir (carnes molidas, cereales, flanes, licuados, pastas, pollo, puré, etc.)
-Descansar después de comer: una siesta de 20 minutos después del almuerzo está bien.
-Hacer ejercicio aumenta el apetito y ayuda a desarrollar masa muscular.
**Publicado en "La Razón"
Su mecanismo de acción no es bien conocido y se relaciona con su acción antiserotonínica, porque se piensa que la serotonina juega un papel de mediador en los centros cerebrales reguladores del apetito. La mayor parte de estos medicamentos contiene mezclas de ciproheptadina con vitaminas, nucleótidos y aminoácidos. Algunos requieren receta médica y otros no. Deben tener especial precaución los pacientes que tomen medicamentos que afecten al sistema nervioso, como sedantes o antidepresivos.
Se aconseja que sean administrados media hora antes de las comidas. El farmacéutico aconsejará la forma de administración más adecuada. Debido a los efectos secundarios, deben usarse sólo en casos donde la pérdida de apetito sea muy marcada. De hecho, puesto que la mayoría de las consultas por falta de apetito tiene un fondo psicológico, es posible que los productos compuestos por combinaciones de vitaminas, minerales o aminoácidos sean eficaces y sin efectos adversos. Para quienes deseen aumentar de peso es recomendable:
-Aumentar el valor calórico de la dieta con alimentos saludables, como frutos secos, sopas con queso o huevo, verduras con salsa bechamel o de tomate, etc.
-Seleccionar alimentos que aporten en pocas cantidades calorías y nutrientes: cereales (arroz, pan, pastas), legumbres, quesos, y alimentos fáciles de digerir (carnes molidas, cereales, flanes, licuados, pastas, pollo, puré, etc.)
-Descansar después de comer: una siesta de 20 minutos después del almuerzo está bien.
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**Publicado en "La Razón"
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