A los bebés hay que estimularlos, favorecerlos ciertas cosas, y el sonajero es mucho más que un simple juguete o distracción para el pequeño. En los primeros meses, los bebés pasan casi todo el día durmiendo, por eso es necesario estimularlo lo máximo posible para crear un buen desarrollo motriz, cognitivo y afectivo. Un juguete es una buena alternativa, porque divierte a la vez que estimula, el sonajero es una de estas buenas alternativas.
Para conseguir una mayor estimulación del bebé, es importante comprar sonajeros con colores brillantes o llamativos como el rojo, verde, amarillo, o incluso negro o blanco. Además, es muy importante que cuenten con cascabeles en su interior, cascabeles que emitan sonido cada vez que se mueven.
Una vez que se ha elegido el mejor sonajero para el bebé es necesario aprovecharlo para su estimulación. Las primeras semanas de la vida del pequeño o de la pequeña se tiene que agitar suavemente de manera que pueda seguirlo con la mirada, pero no tan cerca como para que no lo vea o se junte con los ojos. Debes tener un ritmo de movimientos suave y constante, ya que hacerlo más rápido puede llegar a marearle.
Si quieres estimularlo mucho mejor y favorecer el contacto con el bebé, mientras lo haces puedes rozar tus manos con la piel para que sepa quién le está enseñando el sonajero. También puedes hablarle, cantar y lo que sea necesario, para que asocie el sonajero con un momento que le parezca divertido y nuevo.
Cuando llegue el momento en que el bebé pueda coger el sonajero con la mano, ofréceselo para que lo coja y lo mueva, explore y haga lo que quiera con él, dentro de los límites, claro. El tamaño del sonajero debe adaptarse al bebé, a su edad, a sus manos. Además, existen tipos de sonajeros para cada edad.