De la misma manera que es aconsejable realizar ejercicios cardiovasculares, (o aeróbicos) y de tonificación (o anaeróbicos) de una manera habitual (dos o tres veces por semana), es siempre es necesario realizar unos ejercicios de estiramientos como calentamiento muscular antes de empezar a entrenar, así como otros de enfriamiento, una vez acabado el entrenamiento.
A la vez que también se recomienda varias sesiones completas de estiramientos (tipo yoga o Pilates). Quizá algunos de vosotros comentaréis que ya estiráis dos minutos (o cinco) antes y después de entrenar. Vale. Eso está bien, sí, pero NO es suficiente. (aunque parezca contradictorio).
Los estiramientos sirven para preparar y calentar los diferentes grupos musculares, tendones y cartílagos que se van a ejercitando con los ejercicios. Su principal objetivo es reducir la tensión generada con el movimiento, proteger y mantener la flexibilidad de los músculos.
Estirar debidamente después del ejercicio es necesario para ayudar a arrastrar parte de los productos metabólicos finales (entre ellos el ácido láctico) que se acumulan en el organismo durante el entrenamiento.
Con cinco minutos antes de empezar a entrenar, y otros cinco minutos después de realizar el ejercicio físico, será para bastanntes obtener el efecto benéfico de los mismos en esa precisa sesión de fuerza o cardio. Pero eso no es todo:
Cuando se realizan ejercicios aeróbicos y anaeróbicos de alta intensidad, el ácido láctico se acumula en los músculos y en la sangre. Si la intensidad del ejercicio se mantiene durante mucho tiempo (por ejemplo, realizando varias sesiones seguidas de ejercicio intenso) la cantidad de este acido se mantiene, se puede llegar a la fatiga muscular total.
Por eso, se aconseja dejar pasar 48 horas entre dos sesiones de ejercicios de alta intensidad, para que los músculos y el organismo puedan recuperarse debidamente.
Pero ello no quita durante este tiempo, se puedan realizar alguna sesión de baja intensidad o mejor, de estiramientos, que ayudarán a eliminar el exceso de lactacto acumulado en los músculos.Realizando dos o tres sesiones de estiramientos o streching (o body balance, yoga, Pilates) a la semana, contribuiréis a aumentar la extensión, la flexibilidad, a la vez que ayudaréis a reducir la tensión muscular y ejerciendo un efecto de relajación, entrenando la mente y las emociones, sobre todo en el caso del yoga. (Por si os interesa, en breve comenzaré unos talleres de yoga para runners 🙂
¿Y vosotros? ¿Practicáis ejercicios de estiramientos? ¿Tenéis la costumbre de estirar, ante y después de los entrenamientos físicos? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!
Besos desde mi blog!!!
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