Revista Cultura y Ocio

Esto es agua. David Foster Wallace

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Esto es agua. David Foster Wallace
     "Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez mayor que nadaba en dirección contraria; el pez mayor los saludó con la cabeza y les dijo:
     Buenos días chicos, ¿Cómo está el agua?
     Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin, uno de ellos miró al otro y le dijo:
¿Qué demonios es el agua?"
     Si nos basamos en su contenido, hay muchos tipos de libros; ilustrados, ensayo, poesía, novela, cartas, tesis incluso de autores clásicos. Y también de discursos, aunque yo nunca había visto ninguno hasta que me acerqué a este, pero cuando lo vi el impulso fue irresistible. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Esto es agua.
     Hace ya muchos años que me acerqué por primera vez (y es un primera dicho a conciencia, puesto que he releído este título) a La broma infinita. Recuerdo que salí de la lectura teniendo la sensación de que la broma tenía poca gracia en este mastodóntico libro en el que el futuro parecía engullido por un presente tal vez demasiado rápido. Y, por supuesto, también por sus notas a pie de página. Después de eso seguí leyendo al autor, libro a libro, publicación a publicación.
     En 2008 David Foster Wallace, considerado por muchos un genio de las letras actuales, se quitó la vida, provocando además que su leyenda creciera. Tan solo tres años antes había pronunciado un discurso en la Universidad de Kenyon, y es justo ese discurso el que aparece publicado en este libro.
     Esto es agua es un libro concebido para aquellos que disfrutamos leyendo al autor, casi una pieza de colección en la que las páginas aparecen con apenas una frase, y tenemos la sensación de estar leyendo esas famosas tarjetas que muchos necesitan ir revisando para hablar en público. Quizá sea eso lo que le da un tono tan íntimo. Aunque seamos consciente de que fue un discurso público no podemos evitar tener esa sensación a medida que leemos esta reflexión sobre la vida. Una vida a la que pondría punto final poco tiempo después de haber hablado sobre la importancia de saber pensar, de ser consciente y no dejarse arrastrar por las pequeñas rutinas y elegir la vía equivocada. Lo imaginamos perfectamente, con esa leve indecisión al comenzar algunas frases que se puede apreciar en entrevistas, explicando que todos somos peces, que la vida nos puede empujar a recorrer el camino,a nadar, pensando que estamos solos, sin percibir siquiera el agua que nos rodea a todos.
     Wallace insiste en recordar el valor de lo obvio, lo cotidiano, y recuerda, lejos de lo que pudiéramos pensar al tratarse de un discurso de graduación, la importancia de saber elegir y también de saber ubicarse sin olvidar la soledad. No es una charla de palmaditas en la espalda y felicitaciones vacías diciendo a unos jóvenes todo lo que van a poder aportar en la vida, sino una invitación a la reflexión que vale para cualquiera. De hecho, al leerlo, no podemos evitar pensar que al propio autor no le sirvió.
     Wallace muestra alguno de los temas que marcaron su obra, como la rutina y el aburrimiento, y también una gran parte de su vida y da muestras de su peculiar sentido del humor arrancando una sonrisa al lector que va pasando páginas consciente de que esto no es un libro al uso. No somos además ajenos al hecho de la prematura muerte del autor, y leemos:
     Y la verdad es que la mayoría de esos suicidas en realidad ya están muertos mucho antes de apretar el gatillo.
     Y pensamos en cuánto hay del autor, cómo de personal es todo lo que relata y si no serán sus sombras las que recomienda evitar.
     Esto es agua, reza en la cubierta, y si uno gira el libro cerca de una luz, asoma un subtítulo que dice: Algunas ideas, expuestas en una ocasión especial, sobre cómo vivir con compasión. También aparecen dos peces juntos... y uno solo que va detrás. Te fijas en el tercero tras haber leído el libro, primero no habías reparado en su disposición. Quien sabe, tal vez, después de todo, el discurso de Wallace sirva de algo.
     Es difícil en primera instancia recomendar un libro así, y sin embargo merece la pena acercarse a lo que contiene. Conocer su texto, su prosa y también su fondo. Hay vídeos en la red en los que podemos escuchar la conferencia, así que cualquiera de las formas elegidas para hacerlo es buena. Por mi parte, y más ahora que estamos en la era del libro digital, pienso guardar el libro como un pequeño tesoro.
     Y vosotros, ¿tenéis algún libro que conservéis con especial interés?
     Gracias

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