Hace unos días tuvimos la primera reunión individual en el colegio de nuestra chica con síndrome de down. Presente trabajadora social, logopedia, pedagogía terapéutica y profesora.
El resultado fue excelente. Los avances de Teresa son visibles, no solo a nivel "académico", sobre todo a nivel social. Mas segura de ella misma, abierta, habladora, contenta, feliz e independiente. Colaboradora, cuidadora, compañera y amiga. Saca su carácter mandon y no se deja avasallar fácilmente.
Continua su incierto caminar en el aprendizaje de lecto-escritura. Como trabajo a realizar y animados por el equipo multidisciplinar, debemos potenciar, aun mas, su autonomía personal. Hemos colocado en el ascensor unas pegatinas en el botón del nº 6 para que cuando suba a casa desde el jardín (es una urbanización cerrada) sepa cual es su piso. Conoce perfectamente la puerta, pero los números los controla muy bien hasta el 5. Luego se pierde un poco.
Su juego preferido es ser su profe. Porque ella de mayor va a ser profesora. También tiene su proyecto vital de futuro.
Y ademas cuenta con unas excelentes compañeras de juegos. Reyes y Mercedes son unas estresadas madres trabajadoras, que llevan a sus hijos al cole, donde una exigente profesora llamada Teresa las regaña si llegan tarde y las explica el menú del comedor y los cuidados que recibirán sus hijos. Mas tarde ambas, irán a ganarse su sueldo a las diferentes habitaciones. Trabajando la integración laboral desde casa.
El juego simbólico es importante en su aprendizaje. Le da unas herramientas sociales que serán básicas en su día a día. Y nosotros deseamos que este sea lo mas fácil posible.
Imagino que esto es la ansiada normalidad.