A veces, en nuestro deseo por lucir impecables podemos avasallar con químicos u objetos, fluidos que son naturales en nuestro organismo y que incluso revelan nuestro estado de salud; cómo es la cera del oído.
Aunque se trata de un sedoso aceite (producto de las glándulas que revisten el conducto auditivo), esta secreción se hace más viscosa debido a las bacterias, polvo y otros agentes que acumula, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Y aunque pueda parecerte "asqueroso", la cera del oído revela aspectos de tu salud que es importante que tomes en cuenta:
¡Revela tu herencia genética! Una investigación publicada en la Nature Genetics sugiere que una persona con cerumen seco posee una ascendencia asiática; mientras que cera pegajosa se habla de un origen africano.
Es posible que tengas una fuerte infección o daño en la parte medía del oído. Sin embargo, el olor debe ir acompañado con otros síntomas: supuración, dolor, pérdida leve de este sentido y del equilibrio.
Regularmente esto sucede cuando la cera entra en contacto con el sudor; sin embargo, si no has hecho una actividad física intensa y tampoco hace calor, entonces este cambio se debe a una infección.
Aunque podría parecerte genial que nada salga de tu oído, no es tan bueno en realidad. Esto se debe a una condición llamada obturans queratitis: en lugar de que el cerumen sea expulsado se acumula hasta formar un tapón dentro del oído.
Aunque no lo creas es muestra de envejecimiento; entre más grandes somos la cera de vuelve seca y quebradiza.
Ahora que ya sabes que la cera de tus oídos revela cosas de tu salud, no vas a desear eliminarla tan rápido. ¿No crees?