Aunque muchos niños dibujen los pollos asados, y crean que los huevos nacen en las hueveras del supermercado, yo tengo la prueba de que eso no es cierto. Los huevos nacen en los cestos que se dejan en los gallineros, para que hagan compañía a las gallinas. ¡Eso si que es la verdad! Y puedo demostrarlo. Igualmente puedo demostrar que enterrando patatas, aparecen unos matojos muy ornamentales con los que el jardín se ha quedado precioso, lleno de ellos. Y las esponjas de la ducha, aparecen dentro de unos calabacines trepadores, cuando se secan. Aunque te parezca mentira, ésta es la única verdad.