Mis lectores saben que no soy de naturaleza pesimista, pero hoy debo reconocer que me cuesta mantenerme optimista.
La impresión que transmiten los medios de comunicación y los mercados financieros es de hundimiento general de la economía mundial, con especial énfasis en la economía europea y concretamente en España. La tesis de muchos medios y concienzudos “expertos analistas” es, más o menos, que “España se hundirá, entrando en bancarrota, y con ella hundirá al euro y a la Unión Europea”. Si todos nos creemos esa frase (y muchos se la están creyendo) acabará pasando. Y con esa frase abono la propia idea del hundimiento. Soy consciente.
Necesitamos con urgencia que alguien diga que eso no va a pasar. Yo aprovecho para decirlo: ¡ESO NO VA A PASAR!
No tardarán (espero) en salir noticias de que algunos bancos de negocios (parece que Morgan Stanley ya ha empezado a hacerlo) empiezan a tomar posiciones en la bolsa española especulando con que la recuperación en España será más rápida de lo previsto y que el potencial de subida de la bolsa es el mayor de Europa en 2011/2012.
Mientras tanto aquí estamos: en el fondo del fondo, y bajando.