Por décadas nos gobernaron los priístas, hicieron de la corrupción un estilo de vida que subsiste hasta el día de hoy.
¿Por qué los gobernantes de Puebla y Oaxaca, quienes están a punto de dejar su puesto a finales de año no pueden dejar las cuentas claras y que su sucesor las audite?
¿Por qué los gobernadores y presidentes municipales a lo largo y ancho del país nos siguen robando? Aquí si, de todos los colores y sabores de partidos.
Primero porque lo toleramos los ciudadanos, segundo porque se construyó un sistema en el que las leyes solo aplican para los que no tienen dinero o relaciones políticas -palancas le decimos en México-.
¿Queremos más PRI o PAN o PRD de este tipo en el 2012?