Aniversario de un Positivo
Era el 28 de Agosto del año 2012, a solo 4 días de nuestro casamiento. Los días eran cortos, con tantas tareas... todo apuntaba a organizar y planear ese día tan esperado. Habíamos cenado en la casa de una amiga, por su cumpleaños. Al terminar el día y de camino a casa le dije: - Pasemos por la farmacia. Hasta no ver el negativo no me voy a convencer y voy a seguir con el atraso; me gustaría estar tranquila el día del casamiento.-Paramos en la farmacia, a un par de cuadras de la casa de mi mamá, a donde íbamos. Compré el test y lo llevé escondido al baño, arrojándole a él apenas una mirada cómplice, y previo a saludar a la familia, que estaba todavía haciendo sobremesa.
Hice el test con la simple expectativa de asegurarle a mi mente la ausencia de un embarazo, para poder aliviar la inflamación de mi vientre. No esperaba nada más. Ni siquiera llegué a sufrir la ansiedad de los minutos que tenía que esperar para ver el resultado. No se si se llegó a cumplir el tiempo, simplemente recuerdo haber visualizado las dos rayitas. - Dos rayitas? - pensé. - Mmm... creía que el negativo era una sola rayita.- Miré las instrucciones del test. Dos rayitas: embarazo. No, no, no podía ser. Miré otra vez el test. Dos rayitas. Me froté los ojos, los abrí y los cerré varias veces... pero las dos rayitas seguían ahí. En ese momento quedé paralizada, dejé de pensar y de sentir. Algo se bloqueó dentro de mí, algo me impidió seguir viviendo como hasta ese instante. Tenía miedo, pánico, terror. Ya había experimentado el dolor, la angustia y la desesperación de embarazos que no llegaban a término. Durante casi dos años habíamos dejado la puerta abierta para que la vida nos sorprenda, y había llorado reiteradas veces cuando, llegada la fecha, llegaba la visita mensual o, no llegando, solo obtenía un resultado negativo en un test. Por qué esta vez sería distinto? Sería otra burla del destino? La felicidad parecía lógica, estaba embarazada y a punto de casarme! y sin embargo no lo era. Estaba ahí, en mis manos, en forma de dos rayitas; estaba ahí, en mi vientre, creciendo, latiendo, pero no la dejé entrar en mi corazón. Porque si por un instante me permitía ser feliz y luego todo desaparecía, no me quedaría nada, nada más que dolor. Tiré la caja y guardé el test con las dos rayitas en un bolsillo. Salí del baño con la cara endurecida, sin poder mover un músculo, ni hacer un gesto. Dante me miró con ojos de pregunta. Frunciendo los labios para no dejar escapar un sí incierto, me limité a asentir con la cabeza. Salimos juntos al pasillo, para que nadie nos vea y nos abrazamos fuerte, incrédulos, desconcertados.Me gustaría viajar en el tiempo, dos años atrás, y decirle a ese Dante y a esa Mónica que se permitan ser felices... porque María Victoria estaba en camino y llegaría sana y salva hasta sus brazos. Hoy es un día muy especial, porque festejamos el aniversario de una gran noticia: íbamos a ser una familia. Cómo conociste tu embarazo? qué sentiste?