¿Estoy perdiendo memoria?

A partir de cierta edad nos parece que no tenemos tan buena memoria como antes, que se nos olvidan las cosas y nos preocupa considerablemente.

¿Cuántas veces nos ha pasado que tenemos que volver a subir a casa porque nos hemos dejado el móvil, las llaves del coche, el maletín?

¿Cuántas veces nos ha ocurrido que hemos tenido que retroceder para asegurarnos de que hemos apagado el fuego, o la luz?

En la mayor parte de las veces estos despistes nos ocurren, decimos, “porque tenemos mil cosas en la cabeza” y esta expresión coloquial define perfectamente la realidad.

Es tal la cantidad de información, tareas, gestiones, idas y venidas sin fin que tenemos que desarrollar en el día, que es inevitable que algo se quede por el camino. ¡Qué decir de las super mamás! En próximas fechas hablaremos de ellas.

Pero estos casos son los que menos nos deben de preocupar, se trata quizás más de una falta de atención debido a la sobrestimulación que a una pérdida de memoria como tal.

Otro tema es si llevamos una vida relativamente tranquila y relajada y acusamos esas pérdidas de memoria que tanto nos preocupan. También es un componente importante la edad. En ese caso sí debemos estar alertas y anotar en una libreta qué tipo de olvidos se producen, cuándo y en qué circunstancias. Estos datos servirán para poder contextualizar el problema y facilitar su posible evaluación y diagnóstico.

También tenemos que tener en cuenta si la pérdida de memoria puede deberse a que estemos pasando por una depresión, diagnosticada o no, si nos encontramos estresados en exceso, si hemos observado algún déficit sensorial (visual, auditivo, etc), si estamos incubando alguna enfermedad, etc. que pueda influir en nuestros lapsus.

De cualquier forma, siempre deberemos buscar, y este blog será una gran ayuda, cómo mejorar la memoria.