Revista Literatura
Abiertas mis piernas mojadas
sonriente boca mi flor inacabada,anhelante y esperando, en mi jardín vedadoel viento pregunta incansable,cuando es mi día de descanso.
Los deseos suben por mis rodillasmis huesos presienten que lo normal ya no existe, yo le pago a tu desdén,pero hay deudas pendientesy mis palmas están desnudas.Miro por la ventana del mundo
respirando esta perdición, doy carta blanca a la inconsciencia,
cierro mi boca ausente y violenta,abro los ojos y ya no soy inocente.