Doble retrato de hombres, de Rafael Sanzio
Le perdonó la vida que no estaba en peligro desde un trono inexistente. Desde entonces, cree que le debe algo a un tipo con más prisa por alcanzar la fama que solidez interna para merecerla. Se desvive en atenderlo y en proporcionarle cualquier capricho que se le antoje. Los puros tienen estrabismo emocional, piensa el rey sin corona, sin la más mínima intención de sacarlo de su equívoco.