Revista Sociedad
Al ser ciudad que desde su origen romano se ha pasado la historia cambiando de país y de dueños, yendo una y otra vez de manos de franceses a las de los alemanes, con la ideación del germen de Europa se hizo necesario dotarle de una identidad supranacional y acabar consolidándola como auténtica Capital de la Unión Europea, al albergar la sede de:- El Parlamento Europeo - El Eurocuerpo- La Europol- La Corte Europea de los Derechos Humanos- El Consejo de Europa (desde 1946)Y de nada menos que otras 22 instituciones de la U.E. que se agrupan en su moderno barrio europeo.
Hablar de Estrasburgo es también hacerlo de su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1988 y al que también se conoce como La Gran Isla, por estar completamente rodeado de ríos y de canales, que restringen su acceso al uso de históricos puentes medievales. De entre cuanto ofrece la Gran Isla cabe destacar la enorme catedral gótica, cuarta del mundo en altura, y el barrio de La Petite France, que reconoceremos por sus construcciones de estilo renano, de casas de blancas fachadas, con maderas oscuras entrecruzadas.
Estrasburgo es también la capital de la Alsacia, con sus simbólicas cigüeñas, sus afamados mercados navideños, o la cuna de uno de los himnos más bonitos del mundo y que por esos caprichos de la historia hoy conocemos con el nombre de La Marsellesa; el himno de Francia nació en Estrasburgo, de la mano de su compositor Rouget de Lisle.
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