El Marketing de experiencias en eventos, obliga a la creación de aventuras para compartir y para conseguir un diseño correcto, es preciso:
- No dejar en manos del becario desesperado por hacer méritos el "marrón" de la organización de estas acciones.
- El interlocutor en la empresa que debe encargarse de esta tarea, debe tener criterios válidos y no solo su gusto personal para hacer la elección de los elementos de los que se va a disponer.
- El interlocutor debe tener constancia y estar preparado para transmitir conceptos de Marca a todos los niveles y está obligado a tener un plan con objetivos estratégicos coherentes.
Sin este plan y estos objetivos preconcebidos de antemano, la posibilidad de crear un evento estratégico es nula y sólo en casos donde la agencia tiene una clara, estudiada y perfeccionada técnica de diseño con herramientas artísticas, se puede dar el salto, que siempre será pequeño, a una personalización correcta y adecuada. Si la empresa no tiene una clara vocación por ser marca, los eventos que organizará serán siempre tipo o comunes. No existe el diseño de eventos estratégicos que no demande información de conceptos, se nutra de grandes contenidos que deben estar dispuestos para ello y se manifieste a través de mensajes que están claramente diseñados con un propósito concreto.
- El interlocutor debe tener una base de asesores en eventos que puedan convertirse en colaboradores dispuestos a trabajar por conseguir los propósitos establecidos
"la capacidad de convertir un elemento en apariencia decorativo en algo de verdadera utilidad con coherencia de principio a fin de toda una estructura direccionada hacia la consecución de los objetivos de la marca"