Hace 146 años, el 22 de septiembre de 1869, se estrenaba en Múnich "El Oro del Rhin", ópera de Richard Wagner que constituye la primera de la tetralogía "El Anillo del Nibelungo".
Los Nibelungos son los hijos de la Niebla, orfebres que habitan en grutas de las profundidades de la Tierra, y fabrican un tesoro de oro, fuente de belleza y luz, que se oculta en las profundidades del Rhin y custodian las Ondinas.
Alberich, codicioso rey de los Nibelungos roba el tesoro y fabrica un anillo mágico que otorga el poder para dominar el Mundo con la condición de renunciar al amor y a la libertad. Otros personajes compiten por poseer ese anillo, entre ellos Wotan (Odín).
La obra gira sobre una trama en la que el Rhin simboliza el tiempo con su discurrir contínuo e inexorable y el tesoro representa la inocencia. Es una crítica socialista de la sociedad de la época, trasladable a la actual, de los abusos del poder económico con los sectores más desfavorecidos.. Wagner emplea la mitología para explicar las pasiones y los sentimientos humanos, todo en la obra es una exposición simbólica de las relaciones humanas políticas y sociales movidas por la codicia y la ambición.