Amanecidos (2011)
Los debutantes Yonay Boix y Pol Aregall proponen en Amanecidos un discurso narrativo que se aleja del tradicional planteamiento aristotélico de presentación, nudo y desenlace. Por el contrario, la película es una especie de collage de momentos y situaciones, sin ningún tipo de hilo y argumental y cuyo único punto de convergencia es el protagonismo de chicos y chicas jóvenes a punto de abandonar la despreocupada adolescencia y de entrar en la vida adulta. Una propuesta muy personal cuya anarquía ya se intuye desde el trailer que podéis ver a continuación.
El Skylab (Le Skylab, 2011)
Aunque es más conocida en su faceta como intérprete, especialmente gracias a su trabajo en la trilogía de los colores de Krzysztof Kieslowski y en el díptico Antes del amanecer/Antes del atardecer, lo cierto es que la francesa Julie Delpy ya va por su quinto largometraje como directora. Su último trabajo es El Skylab, una comedia que revisita con nostalgia los últimos años 70, a través del retrato de una reunión familiar que saca a relucir los deseos, los rencores y los anhelos de todos, tanto mayores como pequeños. Película generacional que se suma a la moda de lo retro y que pretende rescatar el espíritu de una época y de una etapa de la vida capaz de marcar para siempre a quienes la vivieron.
Impávido (2012)
Las películas que tratan sobre el mundo de la delincuencia y los bajos fondos, sin escatimar en crudeza y violencia pero manteniendo también un tono irónico y lleno de humor negro, han tenido bastante éxito en los últimos tiempos (véase como ejemplo los mejores títulos de Guy Ritchie). En esta línea se mueve Impávido, la nueva película de Carlos Therón, un director forjado en el cortometraje y la televisión que el año pasado obtuvo buenos réditos de taquilla con la segunda parte de Fuga de cerebros. En esta ocasión, el film lo protagoniza Julián Villagrán (Extraterrestre), un jugador de poker de poca monta que se irá viendo cada vez más metido en asuntos turbios y en problemas económicos. En películas como estas siempre es importante el papel de los secundarios, entre los que encontramos a Manolo Solo, Marta Torné o el actor porno Nacho Vidal, en una nueva incursión en el cine comercial.
Love and Bruises (2011)
Por primera vez en su carrera, el cineasta de Shanghai Lou Ye abandona su país natal para rodar una película en el extranjero, concretamente en Francia. Love and Bruises es una historia amarga de la relación entre una joven profesora china que trabaja en ese país y un trabajador que se enamora perdidamente de ella. Sin embargo, el amor se va convirtiendo poco a poco en posesión, y cuando la joven desea terminar la relación es consciente de su grado de dependencia. Protagonizan este drama Corinne Yam y Tahar Rahim, conocido sobretodo por su papel protagonista en la fantástica Un profeta (2009) de Jacques Audiard.
Madagascar 3: De marcha por Europa (Madagascar 3: Europe's Most Wanted, 2012)
Los más pequeños de la casa están de enhorabuena con el aterrizaje de la tercera entrega de una de las franquicias más rentables de la compañía Dreamworks. A pesar de que la segunda parte de la saga fue sustancialmente peor que la primera, tuvo unos buenos resultados económicos, por lo que una tercera película era inevitable. En esta ocasión, los animales cambian África por Europa y se embarcan en una aventura junto a una compañía de circo ambulante, para escapar de una temible cazadora de criaturas salvajes. Eric Darnell, director de las dos películas anteriores, repite como realizador principal.
Sólo entre nosotros (Neka ostane medju nama, 2010)
Por estos lares, del cine que se hace en los Balcanes apenas se conocen las comedias caóticas y surrealistas que hizo Emir Kusturica en la década de los 90, y poco (o nada) más. Sin embargo, de tono muy distinto es esta coproducción entre Croacia, Serbia y Eslovenia que lleva por título Sólo entre nosotros y que dirige Rajko Grlic, un veterano que lleva haciendo películas desde mediados de los años setenta. Este film es un drama sobre dos hermanos y sus respectivas parejas, y sobre sus amantes y sus hijos, contado fríamente y sin concesiones. Una buena oportunidad de acercarse a una cinematografía tan desconocida como la que se hace en el lado oriental del Adriático.
Somos la noche (Wir sind die Nacht, 2010)
Las películas de vampiros están de moda, eso no lo podemos negar. Pero este tipo de cine no está restringido al todopoderoso cine americano como demuestra Somos la noche, una película alemana que llega a nuestros cines dos años después de su lanzamiento. El film se centra en la figura de Lena, una joven que es mordida por un grupo de vampiresas y que se une a ellas en un festín inacabable de lujo y orgías de sangre, hasta que se enamora de un apuesto policía y tiene que decidir entre el amor o la inmortalidad. Detrás de esta producción está Dennis Gansel, responsable de La ola (2008), una película que abordaba la adolescencia pero desde una perspectiva totalmente diferente.
Terraferma (2011)
Completa esta semana tan internacional en cuanto a los estrenos de cine la italiana Terraferma, una película que nos sitúa en la isla de Sicilia en el seno de una familia de pescadores cuyo negocio va cada vez a menos. Por ello, deciden alquilar su casa en verano para los turistas, pero pronto tendrán que asistir al naufragio de una patera llena de inmigrantes subsaharianos, produciéndose el conflicto entre las leyes del mar (que dictan que debe rescatarse a cualquier persona) y las leyes de la tierra, donde las autoridades son estrictas en cuanto a la inmigración ilegal. Dirige la función Emanuele Crialese.