Encontrar formas de mitigar el estrés de un padre o cuidador en los momentos críticos, en los que el bebé no para de llorar, puede reducir considerablemente los riesgos del pequeño. En Estados Unidos hay un programa que se imparte en algunos hospitales para enseñar a padres primerizos a saber reaccionar bien ante los lloros y, consecuentemente, prevenir las lesiones provocadas por el maltrato. Lo proporciona el National Center on Shaken Baby Syndrome (Centro Nacional sobre el Síndrome del Bebé Sacudido) y lo denomina el Period of Purple Crying (Periodo de llanto inconsolable). Está orientado a ayudar a los padres y otros cuidadores para entender que el llanto es normal en los lactantes, que a veces inconsolable y cómo responder antes de llegar al estrés, enfado o frustración en los padres y/o cuidadores y tener estrategias para evitar el maltrato.
Para calmar al niño se pueden hacer muchas cosas como:
- Exponer al bebé al ruido blanco (o a sonidos rítmicos que se asemejen al constate zumbido y gorgoteo que se oye dentro del vientre materno, como el ruido de una aspiradora, un secador, una secadora de ropa, una bañera llenándose de agua o un CD de ruido blanco).
- Succionar. (Dejar que el bebé mame o tome el biberón, o facilitarle un chupete o un dedo para que lo succione)
- Arrullo. (Envolver al bebé en una manta o sábana bien ajustada para ayudarle a sentirse más seguro)
- Balancear suavemente al bebé (meciéndolo en una mecedora, utilizando un columpio para bebés o dándole una vuelta en coche para reproducir el movimiento constante que experimentaba el bebé dentro del vientre materno)
- Colocar al bebé sobre el costado izquierdo o sobre el estómago (para favorecer la digestión) mientras se le sostiene en brazos y luego dejarlo dormido boca arriba en la cuna o moisés
- Si no deja de llorar, asegurarse de que las necesidades básicas del bebé están satisfechas (por ejemplo, que no tiene hambre ni necesita que le cambien el pañal), comprobar si presenta algún signo de estar enfermo, como fiebre o encías inflamadas
- Mecer al bebé o pasearse con él
- Cantarle o hablarle
- Ofrecerle un chupete o un juguete que haga ruido
- Sacarlo de paseo ya sea en su cochecito o en el coche familiar (colocándolo siempre en una silla de seguridad)
- Coger al bebé, acercárselo al cuerpo y respirar lenta, profunda y tranquilamente
- Llamar a un amigo o pariente para que cuide del bebé mientras los padres se relajan
- Si ninguna funciona, colocar al bebé en la cuna boca arriba, cerrar la puerta de su habitación y volver a ver cómo está al cabo de 10 minutos