Estudiantes poco republicanos

Las asociaciones y sindicatos de estudiantes universitarios afines a Podemos obedecen la campaña de Pablo Manuel Iglesias para instaurar una república en lugar de la monarquía parlamentaria, para lo que convocan referendos entre sus compañeros, que hasta ahora, si votan, son espectacularmente favorables al cambio de régimen.

En el cuadragésimo aniversario de la Constitución el 96 por ciento de los estudiantes en las universidades públicas apoya la república, lo que muchos medios informativos analizan como una advertencia a Felipe VI, e incluso como una orden de abdicación.

Para que eso ocurra hay que reformar la Constitución y no parece que deseen hacerlo los principales partidos del país, incluyendo al PSOE, vocacionalmente republicano pero ahora empíricamente monárquico, y mucho menos el PP, Ciudadanos y el recién llegado Vox, que concluye sus actos dando vivas al Rey.

Pero hay algo más para valorar esos resultados: España tiene en este curso 1.558.685 estudiantes universitarios, de los que 54,5 por ciento son mujeres, clara igualdad de sexos o género.

Pese a la tan publicitada campaña ni siquiera le interesaron los referendos a la mitad de las universidades, en las que no se celebraron, lo que nos da 778.000 y poco más llamados a consulta.

Pero sólo expresó su voto el 12 por ciento de ellos, y eso sin controles sobre la repetición y falsificación de votos y otros trucos de los convocantes para que salga lo que desean, y descontando el 4 por ciento de quienes votaron monarquía, el resultado de los que optaron por la república fue de 92.618 estudiantes.

Ese número de republicanos declarados –y, debe insistirse, sin contar cuántos votos serían duplicados o falsificados por ausencia de controles, como denunciaron muchos alumnos—se enfrenta a 1.466.067 que ni votaron ni se interesaron por la república reclamada por Iglesias Turrión.

Es decir, que por cada estudiante republicano hay 16 indiferentes al debate monarquía-república o que apoyan la estructura constitucional actual.

Lo que permite pensar que, si por las universidades fuera, y si la campaña de agitación no es más eficaz, la monarquía está bastante consolidada.

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SALAS

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