Desde hace varios meses, unos 25 000 estudiantes venezolanos en el exterior se están viendo seriamente afectados por la imposibilidad de acceder a divisas en su país, lo que ha llevado a algunos al extremo de la indigencia. Así nos cuenta Carlos Moreno, de 32 años, Coordinador Mundial de Estudiantes Venezolanos en el Exterior.
“Yo estuve un año y tres meses siendo analizado, sin que me aprobaran las divisas de CADIVI. Mi papá fue a Caracas y le dijeron que yo estaba siendo investigado porque supuestamente yo no estaba estudiando. Mi papá les dijo que era mentira, que yo incluso era el presidente estudiantil de mi universidad”, narra Carlos.
Los venezolanos para adquirir divisas deben pasar por un proceso burocrático. El renombrado CADIVI, ahora CENCOEX (Centro Nacional de Comercio Exterior), es el encargado de regular la moneda fuerte, que los venezolanos pueden comprar con bolívares.
Desde hace más de cuatro meses el Gobierno de Nicolás Maduro le ha cortado el acceso a los dólares a los miles de estudiantes que actualmente se encuentran en el exterior. Al no tener dólares, los estudiantes son expulsados de los centros de enseñanza y luego de un período determinado deben abandonar el país de forma legal.
El líder estudiantil Carlos Moreno, tercero de izquierda a derecha, junto al congresista Mario Diaz Balart (foto cortesía del entrevistado)
“Muchos están en estado de indigencia. Hay jóvenes en España durmiendo en refugios para personas que no tienen casa. Hay estudiantes pidiendo alimentos en bancos de comida”, explica Carlos Moreno, quien ha estado buscando soluciones para este problema.
Lo cierto es que si estos estudiantes no pueden pagar la mensualidad al centro educativo, tampoco pueden pagar el pasaje de regreso a Venezuela en el peor de los casos. Los países más atractivos para los estudiantes venezolanos que pretenden superarse y desarrollar sus conocimientos son Estados Unidos (10 000 estudiantes) y España (4 000 estudiantes).
“En mi caso, he ido a buscar muchachos que han estado durmiendo en los McDonalds por 2 o 3 días. Uno de ellos tiene 18 años, es casi un niño y está desamparado en Estados Unidos”, explica Carlos.
El 12 de octubre del año anterior, Carlos Moreno y otros estudiantes fueron a Washington y entregaron un documento a la OEA (Organización de Estados Americanos), explicando lo que venía sucediendo. También en busca de ayuda se reunieron con congresistas norteamericanos.
“Otros fueron al consulado de Venezuela en Barcelona y los trataron como delincuentes. Fueron recibidos por cubanos, quienes les negaron desde el principio cualquier ayuda.”
Estudiantes venezolanos protestando en Barcelona (foto cortesía del entrevistado)
Hasta el momento, la solución que Carlos vislumbra es presionar al Gobierno venezolano para que apruebe las divisas y los estudiantes puedan continuar sus estudios o regresar a Venezuela. A su vez, pesimista ante una posible solución por parte del Gobierno, también está negociando con los diferentes países en se encuentran los estudiantes venezolanos desamparados, alguna concesión humanitaria que saque a los afectados del limbo migratorio en que se encuentran.
“Hace dos días, Diosdado Cabello me mencionó por televisión nacional diciendo que yo estaba envuelto en actos de conspiración. Y no, lo que estamos haciendo es buscándole soluciones al desastre político que tiene a 25 000 venezolanos pasando penurias en el exterior”, se queja.
La mayoría de los estudiantes tienen miedo de denunciar este atropello porque temen que su familia pueda tener problemas en Venezuela.
Anyeli García, venezolana afectada que se encuentra en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, nos amplía la información con una entrevista exclusiva vía telefónica con Cubanet:
Publicado en Cubanet