Revista Cultura y Ocio

Estudio de una pieza arqueológica: fíbula

Publicado el 21 enero 2016 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

fibula anular romana2

¿Qué es una fíbula? A nivel de la cultura material, una fíbula sería un elemento que serviría para varios menesteres, entre los cuales estarían: en la indumentaria, para fijar prendas de vestir y adornos, y como anticonceptivo tanto masculino como femenino. A nivel de la simbología y la religiosidad, una fíbula tendría una función de ídolo u ofrenda o como fijación de amuletos, o indicador de rango social, actividad que desempeña el individuo, o procedencia étnica.

En cuanto a la cronología que abarcan las fíbulas, esto depende del área geográfica pero, probablemente, las primeras fíbulas aparecen en el II milenio a.C. En la Península Ibérica, las poblaciones prerromanas (entre ellos, la cultura castreña del noroeste peninsular) y los mismos romanos usan fíbulas. Desaparecen en época medieval, las últimas civilizaciones que usan la fíbula son la bizantina y las tribus germánicas. En época medieval llegarían los botones, que desplazan a las fíbulas en la fijación de elementos en las prendas de vestir.

El área geográfica en la que se conocen fíbulas es bastante amplia. Existen fíbulas en general, en toda Europa y en los territorios que pertenecieron al antiguo Imperio Romano. Si se miran las diferentes tipologías de fíbulas, la extensión geográfica varía. Puede ser que se den determinados tipos de fíbulas en determinados territorios, o no, como ocurre con las fíbulas romanas. Un ejemplo de tipología territorial: en la Península Ibérica existe la tipología de la fíbula hispánica, pues no se da en otro territorio que no sea la Península Ibérica.

Las variantes tipológicas que se conocen de las fíbulas serían: por un lado, por territorios, civilizaciones o nomenclatura: hispánica, greco-oriental, romana, Sabroso, etc. Por otro lado, por morfología: anular, arco, en forma de algún animal, de travesaño largo, en omega, etc. También se pueden clasificar según el periodo cronológico: finales de la Edad del Bronce, Edad del Hierro, Protohistoria, etc. También se pueden clasificar por el material o los materiales de composición: bronce, hierro, plata, oro, etc. Y, por último, también se pueden clasificar por la decoración (si la llevan): hendiduras, marcas, aditivos, etc.

¿En qué contextos se pueden documentar fíbulas? Por un lado, en contextos relacionados con la vestimenta y los adornos personales. Por otro lado, en contextos funerarios, como parte del ajuar del difunto, y que a veces aporta información del fallecido enterrado con una fíbula. Y además, también en contextos cultuales o religiosos, como unión física de elementos considerados que intervienen en la lucha entre la buena y la mala fortuna, o como una ofrenda con algún tipo de significado religioso.

¿Cómo se describe una fíbula? En primer lugar, hay que señalar que civilización o pueblo ha realizado la fíbula, o su marco geográfico: romana, castreña, visigodos, hispánica, etc. A continuación, hay que describir su morfología, la forma que tienen: anular, en omega, con forma de algún animal, en arco, de travesaño largo, etc. Después, hay que señalar la cronología, bien sea en siglos, milenios o épocas con nombre propio. Y, por último, hay que señalar los materiales y la decoración que forman parte de la composición: bronce, hierro, plata, oro, etc.; y hendiduras, marcas, aditivos, etc.

fibula

Si seguimos esta ilustración de encima de estas líneas, la fíbula propiamente dicha (señalada como 1), está compuesta por: a) la cabeza, donde se encuentra el resorte, la parte móvil, la que hace presión, b) el puente o arco, el elemento de unión, c) el pie, donde se encuentra la mortaja, el lugar sobre el cual se recibe la presión, y el lugar donde se encuentra la punta de la aguja o del alfiler cuando la fíbula está abrochada. La aguja (señalada como 2), el elemento que ejerce la presión que viene del resorte hacia la mortaja. Es una varilla larga y puntiaguda por un lado, y por el otro lado, tiene un ojal para engancharlo a la fíbula, es un elemento independiente. Si no fuese independiente y, por tanto, no tuviese ojal, sería un alfiler. Dentro de la aguja distinguimos varias partes: la cabeza, donde está el ojal, a veces detrás de la cabeza hay un remate decorativo, y después estaría la varilla, con dos partes: el tallo, que es el elemento de unión, y la punta, que es la parte punzante.

fibula anular romana

Y después de explicar generalidades, vamos a analizar una fíbula en concreto (reflejada en la ilustración de encima de este párrafo). El yacimiento donde se ha encontrado esta pieza es el Castro de Viladonga (Castro de Rei, Lugo), situado en la parte NE del área lucense denominada Terra Chá. La ocupación de este yacimiento comprende desde el siglo II d.C. al siglo V a.C. La población que habitó este yacimiento tenía una fuerte influencia de la civilización romana, claramente ejemplificada en su proximidad a la ciudad romana de Lucus Augusti, capital de la provincia romana de la Gallaecia. Se trata de una fíbula anular en omega romana, hallada en el Castro de Viladonga (Lugo) y guardada en el mismo museo de este castro. La pieza está casi completa, faltaría la aguja, de la que solo se conserva el ojal y el arranque. La cabeza de la aguja es un ojal cerrado. El aro de la fíbula es circular, igual que la aguja. Su cronología la podemos situar entre el I a.C. y el IV d.C.

Algunos datos de esta pieza: Peso: 5,81 gr. Ancho: 2,9 cm. Grosor aro: 0,5 cm. Longitud de la aguja: 0,4 cm. Grosor de la aguja: 0,1 cm Es una pieza compuesta fundamentalmente de bronce. La técnica empleada en la fabricación de esta pieza consistiría en la utilización de un molde alargado, que tenía la forma del aro, los remates y casi toda la decoración completa. Posteriormente, con la técnica de la forja, se le daría la forma deseada, y se rematarían de completar los motivos decorativos. Apenas hay decoraciones en esta pieza, aunque se puede señalar una decoración sobria en los remates. La ausencia de la aguja hace que no se puedan ver las posibles decoraciones que pudiese tener la aguja. La función propia de esta pieza estaría relacionada con la vestimenta y los adornos. Posible uso como unión entre piezas propias del atuendo personal o uso en los cinturones, con un uso parecido al de las hebillas.

Simón de Eiré

Bibliografía

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-CORTEGOSO COMESAÑA, M.; VIÑAS CUÉ, R., 1994-1995, Breve revisión historiográfica de las fíbulas castreñas en el noroeste peninsular. En: Castrelos: revista do Museo Municipal “Quiñones de León”, nº 7-8, págs. 117-128.

-LAGE PILLADO, M., 2001, Fíbulas anulares romanas del Castro de Viladonga. En: Croa, nº 11, págs. 29-34.

-LAGE PILLADO, M., 2003-2004, Fíbulas del Museo Provincial de Lugo. En: Boletín do Museo Provincial de Lugo, nº 11, 1, págs. 53-66.

-LÓPEZ GARCÍA, J.C., 2009, As fíbulas de longo travesaño: unha revisión tipolóxica. En: Gallaecia, nº 28, págs. 93-112.

-PONTE, S. da, 2006. Corpus signorum das fíbulas proto-históricas e romanas de Portugal. Coimbra: Caleidoscopio.

-http://www.aaviladonga.es/index.php?componente=seccion&ar


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