Revista Cultura y Ocio

Estudio en escarlata. Arthur Conan Doyle

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Estudio en escarlata. Arthur Conan Doyle
     "Holmes no era un hombre de vida desordenada; modesto en su manera de ser, regular en sus costumbres, rara vez se acostaba después de las diez de la noche, al levantarme, había salido ya de casa después de haber tomado su desayuno. El día lo pasaba entre el laboratorio de química y la sala de disección, y algunas veces se daba largos paseos, casi siempre por las afueras de la población. No puede formarse una idea de su actividad cuando estaba en uno de esos periodos de excitación."
     La primera aventura de este famoso detective fue publicada en 1887, y desde entonces su fama ha seguido en aumento pese a que hace ya muchos años que su creador falleció. Por eso me pareció adecuado traer precisamente esta primera novela. Hoy traigo, Estudio en escarlata.
     Conocemos a Watson y a Holmes, asistiendo a su presentación y a la curiosidad y casi fascinación que el segundo ejerce sobre el primero. Cuando acuden a Holmes a pedirle ayuda en un caso de asesinato, éste invita a Watson a acompañarlo y así el Watson narrador, nos podrá ir desgranando  los personalísimos procesos deductivos que utiliza su reciente amigo para la investigación.
     Lo que más sorprende del libro es tanto la diferenciación de dos partes bien separadas como la facilidad con la que el lector entra en la historia y no es capaz de cerrar el libro hasta haberlo terminado, sobre todo por los años que han pasado desde que se escribiera. Watson como narrador, que sería luego el habitual en los relatos sobre Holmes, nos cuenta cómo se conocieron y llegaron a la conclusión de que podrían ser buenos compañeros de vivienda, y como, además, Holmes lo invita a la resolución de un caso de asesinato en el que un hombre aparece con una palabra en alemán escrita. De hecho, en el desarrollo de esta primera parte, incluso llegamos a la resolución del caso para así luego poder entrar en una segunda parte en la que nos relatan una historia sobre un hombre y una niña que son rescatados por unos mormones en Utah. Pese a que Doyle cambia el lugar y el momento, ambas historias irán uniéndose ante un lector ansioso de volver a recuperar a la pareja de investigadores.
     No cabe duda que Holmes es un nombre ya conocido por todos. Seamos o no aficionados a la literatura, hay personajes que trascienden las páginas de los libros y se instalan cómodamente en la cultura a todos los niveles; y si hoy escuchamos "elemental querido Watson" casi por reflejo identificamos el origen de la frase. Quizás precisamente por eso es un placer añadido acudir a la fuente de la creación, en este caso a la primera obra en la que aparece el citado personaje. Nos permite satisfacer la curiosidad de conocer esa primera descripción que se hiciera, la presentación, el reconocimiento, ver la ironía y sus procesos deductivos, sus manías... y también de disfrutar de uno de sus casos contado no por un guionista o alguien que haya decidido adaptar en mayor o menor medida al personaje convertido en mito, sino al original.
     En este caso, Doyle opta por explicarnos una segunda historia en la que vamos comprendiendo las motivaciones mucho más allá de las deducciones sobre quién puede ser el asesino. Tal vez al principio choca un poco esta estructura, pero enriquece la novela y aporta datos que ayudan a hacerla redonda. Las descripciones del Holmes, de sus manías, el asomo de esa ironía... convierten a esta novela en una delicia para todos los lectores y no sólo para quienes quieran acercarse al mito detectivesco. No puedo hacer otra cosa que recomendaros su lectura. Merece la pena conocer a Holmes y Watson de primera mano, y hay muchas posibilidades de que queráis repetir.
     Muchas veces hay libros o personajes que ya conocemos tanto que nos parece que los hemos leído, y es precisamente esa fama la que provoca que no nos acerquemos a sus letras pensando que tal vez se nos puedan antojar un eco de datos que ya sabemos. Sin embargo, esto puede provocar que nos perdamos alguna joya literaria o que, como en este caso, dejemos de lado una novela de detectives al estilo clásico, cuando hoy en día precisamente parecen haber tomado las novelas de este género las listas de libros más vendidos.
     Y vosotros, ¿también hay libros y personajes que se os antojan tan conocidos como si los hubierais leído y eso os quita de acercaros a sus historias escritas?
     Gracias

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