Revista Infancia

Estudios hallan que el embarazo cambia el cerebro y el corazón de la mujer

Por Papasehijos @papasehijos
Estudios hallan que el embarazo cambia el cerebro y el corazón de la mujer

Estudios recientes del ADN fetal revelan que el embarazo cambia el cerebro y el corazón de la madre. Las células fetales se distribuyen por todo nuestro cuerpo.

Tras estudiar la relación entre miles de mujeres embarazadas y madres que acaban de dar a luz, que llegan a urgencias con un tipo de insuficiencia cardíaca, cuyos síntomas son la inflamación de las venas del cuello, dificultad para respirar y con el corazón con más dificultades para bombear que lo normal.

La causa de esta "miocardiopatía periparto" según un estudio realizado en el Hospital Mount Sinai, por la cardióloga Hina Chaudhry con ratones de laboratorio, hallaron células cardíacas con un ADN que no coincide con el de la madre.

Las células misteriosas pertenecen a ratones no nacidos. Durante el embarazo, las células fetales atraviesan la placenta y llegan al cuerpo de la madre, recorriendo sus vasos sanguíneos hasta que se produce un daño cardíaco, momento en el que detectan la inflamación y se dirigen a su corazón herido.

Sin embargo, el corazón no es la única parte del cuerpo de una madre donde los científicos han encontrado células fetales, también se han hallado en pulmones, bazos, riñones, tiroides, piel, médula ósea y pechos. Lo más curioso es que suelen quedarse para siempre, no es raro encontrar células fetales extraviadas al realizar la autopsia de cadáveres de ancianas, cuyos hijos son ahora adultos.

Durante el embarazo hay ciertos cambios físicos que esperamos y otros menos comunes, como lunares que oscurecerse, nuestra voz se puede hace más grave, la nariz se puede hinchar, el pelo puede cambiar de color o ganar rizos. Ahora también sabemos que la maternidad es como una revolución a nivel celular invisible.

Estudios hallan que el embarazo cambia el cerebro y el corazón de la mujer
El embarazo mejora la función cognitiva del cerebro de la madre | Foto New Scientist

El embarazo cambia el cerebro, las hace más inteligentes

Katherine Ellison, una periodista americana premiada con el Pulitzer, se preguntó hace ya algunos años si la maternidad nos hacía menos inteligentes, y el resultado de su investigación lo publicó en su estupendo libro El cerebro de mamá. En su obra explica cómo la maternidad nos hace más inteligentes, en un inicio titulado Inteligencia Maternal.

Un publicado en la revista New Scientist concluyó que tener un bebé en realidad puede mejorar nuestra función cognitiva. Además influye positivamente en la capacidad de recuperación emocional, la toma de decisiones eficientes y mejores habilidades para resolver problemas estratégicos.

Un estudio reciente de más de 14.000 mujeres sugiere que las mujeres con tres o más hijos tienen un 12% menos de riesgo de demencia. Sin embargo, también hay riesgos después del parto, no solo de depresión, sino encuentran que en el primer mes de maternidad, una mujer tiene 23 veces más probabilidades de sufrir trastorno bipolar que en cualquier otro momento de su vida.

Estos demuestra que los cambios dentro de nuestros cerebros pueden ser tan extremos como los cambios a nivel físico. En el transcurso de unos pocos meses, nuestros cerebros se renuevan bruscamente, haciendo que reinterpretemos estímulos, se trata de cómo vemos e percibimos todo a nuestro alrededor.

Un experimento basado en el olfato realizado en mujeres que olían una camiseta de algodón de un bebé recién nacido fueron analizadas a través de un escáner. Las madres recientes mostraron una actividad significativamente mayor en una zona llamada tálamo, que regula la conciencia, el sueño y el estado de alerta.

El estudio del NIHconcluyó que los cerebros de las madres parecen estar preparados para responder al llanto de un bebé, que el de los padres. Esto se debe a los niveles de oxitocina. Esta hormona que libera durante el parto y lactancia, hace a las mujeres más sensibles cuando escuchan llorar a sus hij@s.

Investigadores como Robert Froemke, de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, consideran que la oxitocina no solo prepara nuestros cuerpos para el parto, sino que al funcionar como neurotransmisor, también prepara nuestro cerebro para querer al bebé.

Algunos estudios demuestran que el cerebro de la madre se encoge literalmente durante el embarazo, pero parece ser que este "encogimiento" ayuda a la reestructuración del mismo, pues aumentan considerablemente las conexiones neuronales en áreas como el hipocampo. Todas aquellas estructuras que se dedicarán al comportamiento maternal, básicamente situadas en el sistema límbico (lo que algunos llaman cerebro medio), realizarán un cambio gigantesco: allá donde habían carreteras, ¡se construirán verdaderas autopistas! El cerebro de la madre se prepara para asumir la responsabilidad de garantizar la supervivencia del nuevo ser.

Quizás te interese leer por qué las madres responden diferente al llanto de los bebés, que los padres.

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Fuente: Smithsonian Mag.


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