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Estupor y temblores - Amélie Nothomb

Publicado el 15 noviembre 2010 por Rusta @RustaDevoradora
Estupor y temblores - Amélie NothombEditorial: Anagrama
Páginas: 144
ISBN: 9788495971197
Precio: 6,95€
Nota:
Este es el primer libro de Amélie Nothomb que leí, hace ya dos años. En aquel momento sentía mucha curiosidad por esta autora porque había leído reseñas que la ponían por las nubes, pero como podéis ver me defraudó. En esta opinión aún estaba dispuesta a darle una oportunidad, pero se la di y quedó firmemente descartada de mi lista de autores a tener en cuenta (más adelante ya colgaré esa reseña).

Estupor y temblores

El libro narra una etapa de la vida de la joven Amélie. Ha terminado sus estudios y va a cumplir su gran sueño: trabajar para una empresa japonesa. Empieza trabajando para el departamento de contabilidad, pero poco a poco sus superiores la van dejando a cargo de otras tareas: hacer fotocopias, cafés… Hasta que tiene que encargarse de limpiar los servicios. Amélie se encuentra con dificultades para ascender y por ser respetada por su doble condición de ser mujer y occidental. En medio de su relato también explica cosas relacionadas con Japón, como por ejemplo la organización de las empresas y cómo debe de comportarse una mujer japonesa.

Una mujer occidental en una empresa japonesa

Para empezar, tengo que aclarar que Japón es un país que no me atrae especialmente. Sé que hay sectores de gente que sienten una gran devoción por las costumbres de allí, pero no es mi caso. Si me regalaran un viaje para visitarlo iría, no le tengo ninguna antipatía tampoco, pero hay otros lugares que me atraen más y preferiría conocerlos antes. Seguro que Japón tiene muchísimas cosas interesantes, pero nunca ha formado parte de mi lista mental de lugares que quiero conocer. Es posible que esto haya influido a la hora de leer esta novela, pues si destaca por algo es por el choque entre culturas, y la cultura que nos muestra es la japonesa. Seguramente alguien a quien le encante Japón disfrutará más de esta novela, al igual que yo disfruto más de las que están ambientadas en Italia o en mi ciudad (todo esto sin tener en cuenta la calidad de una obra, que eso es otro tema).

Dicho esto, para mí lo más interesante de este libro son las cosas que he aprendido sobre Japón, en concreto, sobre la mujer japonesa. La mayor parte del texto habla de la vida de Amélie en la empresa, pero en algunos momentos hace un aparte y explica otras cosas. Me ha sorprendido y he lamentado que a finales del siglo XX la mentalidad japonesa en lo que respecta a la mujer siga tan anticuada. Para llegar a ser buena, tiene que concentrarse en el trabajo, pero si se concentra demasiado, no podrá casarse, y si no se casa antes de cierta edad, ha fracasado. Vaya, que fracasa haga lo que haga, y eso por no hablar de las formas que tiene que mantener. Amélie lo explica todo a partir de la imagen de su superiora, Fubuki, una mujer casi treinta añera, muy hermosa y que se ha sacrificado mucho para conseguir el puesto que tiene. Aun así, como no se ha casado, no se la puede valorar de manera positiva.

Otro aspecto interesante de la novela es conocer la jerarquía de las empresas japonesas. Amélie acaba de llegar pero tiene a cuatro personas por encima de ella que pueden encomendarle las tareas que quieran. Me pareció especialmente impactante la escena final en que Amélie decide abandonar la empresa y no le basta con hablar con su superiora inmediata, sino que debe humillarse delante de todos los que están por encima de ella, repitiendo cuatro veces su discurso. No sé hasta qué punto esto es real, pero me pareció muy fuerte, una idea propia de mentes muy retorcidas.

En lo que respecta a la vida de Amélie allí, su día a día en la empresa, salvando algunas escenas para mí es todo bastante discreto. Se explica de manera sencilla, sin buscar dramatismos, pero tampoco está novelado de una manera que enganche y te despierte interés por seguir leyendo. Se deja leer y es una buena opción cuando te apetece leer algo distinto, pero ya está. No es una novela imprescindible.

Las novelas que hablan de cosas que podrían suceder en la realidad me gustan mucho, y en un principio que aquí se contara la vida de Amélie al empezar a trabajar en una empresa japonesa podía estar bien para mí. Pero no es así. No es sólo que lo que cuenta no engancha, sino que además tiene cosas muy poco creíbles, y no me refiero a los castigos que le imponen los japoneses. Hay escenas en las que parece que la chica no está bien de la cabeza. Son las mismas cosas que a otras personas con gustos diferentes a los míos les gustarán, pero qué queréis que os diga, que cuente que corre desnuda por la oficina y después se despierta rodeada de basura a mí no me dice nada, por mucha simbología que tengan estas escenas (que tampoco les encuentro tanto significado). Preferiría mil veces un relato totalmente autobiográfico, es cuestión de gustos.

También hay cosas que sospecho que han sido escritas con la intención de parecer reales y a mí no me lo parecen. Es que a veces da la sensación que la chica es un poco tonta, todo hay que decirlo. Si tiene sus estudios y empieza a trabajar en contabilidad no me parece normal que se pase días enteros para comprobar unos números y no le salgan, cuando su superiora lo comprueba todo en tres minutos. Vale, que una cosa no le salga no justifica que le vayan bajando la categoría en la empresa, pero yo también entiendo a sus jefes, si le dan la oportunidad y no sabe hacerlo, es normal que se enfaden. Todos hemos pasado por lo mismo y sabemos que nadie nace sabiendo al empezar un nuevo trabajo, pero aquí es exagerado que no le salga nada.

Además, me imagino que el libro se escribió con la intención de mostrar lo dura y terrible que es la sociedad japonesa con los empleados occidentales, y aunque es cierto que hay cosas que no tienen ninguna justificación, también hay escenas que la propia Amélie nos narra como si fueran algo que no se ve nunca y a mí me parecen bastante habituales en nuestro país. Por ejemplo, a nadie le gusta que le echen la bronca delante de los demás empleados, o incluso delante de los clientes cuando se trabaja de cara al público, pero ¿quién no ha vivido esta situación o no la ha visto nunca? Es una vergüenza que algunos jefes no sepan tratar a sus trabajadores sin necesidad de humillarlos, pero por desgracia creo que es algo bastante habitual aquí, por eso en el libro me deja indiferente.

Al final, el libro trata de dejarnos el mensaje de que hay gente cruel y gente que no lo es, pero éstos no se atreven a abrir la boca y por eso las cosas siguen como siguen. A mí esta idea no me dice nada, me parece muy típico, muy corriente. Me he encontrado con cosas así en mi vida muchas veces, y en la lectura otras tantas. Vaya, que me parece que en esto le ha faltado un poco de originalidad a Nothomb a la hora de novelar sus vivencias.

Sin embargo, lo que más me ha disgustado del libro son algunas críticas que lanza la protagonista dentro de su cabeza hacia uno de sus superiores. Este superior en cuestión es obeso y además tiene un comportamiento con los empleados que deja bastante que desear. Entiendo que Amélie lo ponga verde por su actitud, pero me parece lamentable que también se meta con él por su aspecto. Es un tema que me toca mucho las narices, puede que otras personas al leer el libro lo pasen por alto pero yo soy incapaz de ignorar estas cosas. Además, en la novela hay un contraste bastante grande, porque la otra persona que no trata dignamente a Amélie es su superiora, y ella no deja de alabar lo guapa y bonita que es ésta. Con él, no deja de pensar en las porquerías que come, e incluso en una escena llega a imaginar que viola a una chica simplemente porque por su peso se impone mucho a ella. Le daré otra oportunidad a Nothomb, pero como me vuelva a encontrar con esto, no la volveré a leer nunca.

Por último, quería explicaros el porqué del título, Estupor y temblores. Se ve que, en Japón, lo que se espera de los trabajadores es que estén en tal situación que cuando se presenten ante su jefe sientan estupor y temblores, lo mismo que sentían los súbditos ante su emperador. Yo nunca me habría acercado a un libro con este título, pero conociendo el significado que tiene y su relación con el contenido de la novela no creo que fuera una mala elección.

Mi valoración: 5/10


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